88. Pasos asombrosos
El sudor corría por su frente y huía desesperadamente, no creo que pueda mas, pensó. Sus piernas fallaban y su corazón golpeaba con fuerza su pecho. La respiración se entrecortaba desembocando en una fuerte tos.
Llegó a un cruce. Miró a ambos lados. Ninguna señal. Nada. Ninguna indicación.Por donde voy, se preguntó. Todo estaba oscuro y solo se oía los pasos de aquel hombre siniestro. Miró atónito su sombra alargada, jadeando con los ojos fuera de sus órbitas. Los pasos se acercaban. Me rindo dijo poco a poco.
Su cara se deformó, sus facciones se agrandaron de forma increíble y soltó una gran carcajada.
Lo demás ya no me acuerdo.