19. DISPARES Y NONES (Juan Manuel Pérez Torres)
Por eso se fue del colegio. Quería hacer la primera comunión vestido con diadema y un vistoso vestido blanco de tul. Aquella intención anunciada antes de tiempo por Martinito causó mucho revuelo entre profesores y alumnos primero, y entre padres y madres después. Al final, se cambió de colegio.
Pero éramos vecinos, vivía en mi bloque, dos plantas más arriba. Crecimos juntos. Yo lo veía cada día ir y venir con su madre a la academia de baile por las tardes. A veces, los días sin cole, o en vacaciones, nos juntábamos un grupito de chicos y chicas para charlar de nuestras cosas y compartir vivencias. Estar juntos, en fin, viviendo su historia junto a la mía. Hasta que se fue a vivir a otro barrio, al otro lado de la ciudad.
Creo que ya lo envidiaba. Durante estos años lo he recordado en muchas ocasiones, si he necesitado apoyo moral, o alguna inyección de optimismo. Martinito era mi alter ego. Ayer, después de tanto, nos encontramos.
Ahora veo que su determinación, su ánimo, su perseverancia y su sinceridad con su cuerpo, lo han convertido en Martina. Y no sabes cómo la envidio.
Una historia amena y entrañable que demuestra cómo el individuo está dotado del don de coserse a sí mismo y de autoconstruirse al margen de prejuicios sociales, dogmas y reglas morales. Existencialismo al más estilo sartriano y Beauvoir, reivindicando que el ser humano puede y debe ser libre hasta los tuétanos.
Gracias Susana por tu lectura y tu acertado comentario, todo un piropo para este modesto relato «genderqueer».
Un beso.
Muy bueno Juan Manuel, y actual. Creando conciencia que es muy necesario.
Suerte.
Besicos muchos.
Gracias Nani, siempre amable.
Besicos.