OCT167. ¿FELIZ CUMPLEAÑOS?, de Jesús Coronado
Ciento sesenta y cinco años. Hasta yo empiezo a dudar de mi edad, y no soy el único. La mayoría piensa que les engaño con la partida de nacimiento, pero sólo hay que mirarme. Ya soy como los muñecos de cartón piedra. Otros, más ciegos, dicen que tengo un pacto con el diablo pero, maldito pacto, si me estoy consumiendo como la madera de una cerilla. Lo más triste de esta historia es que mi soledad va en aumento, la gente empieza a huirme y ya no tengo familia cercana. No sé si porque ya huelo a muerto, o simplemente porque me tienen miedo.
Aunque soy de naturaleza cobarde, he intentado quitarme la vida en varias ocasiones, pero sin éxito. Siempre vuelvo a la vida. He llegado a pensar que la muerte se ha olvidado de mi o, simplemente, que se venga cruelmente con esta inmortalidad que me maldice.
Pero algo en mi interior me dice que sólo se trata de un caso de impuntualidad. La Parca es un ente muy ocupado y yo, me olvidé de asistir a la cita.
A ningú que li pase, lo de que se olvide de ti la muerte. No hay cabeza que resista tanta soledad, a esa edad ya no queda nadie de los que conociste. Buen relato Jesús.
Jesús, son muchos años pero… le ha salido bien hasta ahora el olvido. Original punto de vista de la llegada de la muerte. Saludos y suerte
Terrible esa soledad que nos presentas y que haces jugar con al cobardía de tu personaje, cómo a pesar de todo, no se atreve a dar ese paso definitvo o se olvida de asistir a esa cita ineldible.
Saludos y suerte.