Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

10 AÑOS ENTC: INERCIAS


Esta es la convocatoria de celebración de 10 AÑOS ENTC.

En esta entrada del blog tenemos el vídeorrelato

INERCIAS, de Antonio Javier Álvarez

Ganador de la 6ª convocatoria ENTC en el año 2016.

 

Solo podrán participar los usuarios o participantes de ENTC a lo largo de sus 10 años.

La participación en el concurso será posible a través de  este formulario desde el que se enviará el relato y el seudónimo correspondiente. La organización se encargará de publicarlo debidamente firmado con el seudónimo que nos indique en un plazo de 24 horas.

El relato será INÉDITO de un máximo de 150 palabras (sin contar el título) y tendrá que enviarse antes de las 23 horas (hora peninsular) del DOMINGO 23 DE ENERO DE 2022 cumpliendo estas dos condiciones:

 

CONDICIONES

    • 1 El relato responderá a una composición libre, pero deberá mostrar claramente algún vínculo en el tema, trama, personajes o ilustraciones que podéis ver en el vídeo superior… dicho de otro modo, se mostrará claramente inspirado en parte o todo este videorrelato.
    • 2. En el título o dentro del texto del relato participante debe insertarse un fragmento literal de al menos 4 palabras extraído del relato del vídeo. No se permite variación de tiempo, género, número, ni orden… LITERAL. DE 4 PALABRAS MÍNIMO. Este fragmento, para que sea fácilmente identificado por el jurado… TENDRÁ QUE APARECER EN MAYÚSCULAS.

 

Consultadnos cualquier duda. Revisad bien el texto antes de enviarlo porque, una vez publicado no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.

A finales de enero de 2022, el autor del presente videorrelato elegirá entre todos los presentados en esta publicación un relato que participará como FINALISTA para el concurso 10 AÑOS ENTC.

El fallo final del concurso se dará a conocer durante la celebración del 11 ENTCUENTRO celebrado en Arzúa en el próximo mes de marzo.

21 Responses

  1. JAMS

    EL PRIMER BORRADOR, de Lirio

    Sus palabras iluminaron al mundo, pero no lograba sentirse satisfecho con el resultado. Algo se había torcido en algún momento, y su deseo, después de tanto tiempo, era cambiarlo todo, mejorarlo, poder empezar de nuevo. Sin pensarlo más, y aunque se sintió un poco culpable por su fracaso, por no saber ceñirse al plan concebido, o quizá decepcionado por ser incapaz de que se entendiese su obra maestra, decidió revertir el proceso, lamentando esas ideas que SE DESVANECEN PARA SIEMPRE.
    Dijo, pues: «Sea deshecha la luz».
    Y la luz quedó deshecha.

  2. JAMS

    LAS MUJERES VALIENTES, de Sheldon

    Soledad se ha quedado quieta apoyada en la fregona. Mira el universo líquido que acaba de extender por el suelo mientras sus pensamientos sobrevuelan el espacio. Su “ex” lleva tres meses sin pasarle la pensión y no sabe si podrá hacer frente a todos los gastos. Precisamente ahora que Joaquín necesita unas botas nuevas. Siente una opresión en el pecho y le cuesta respirar como si POR UNA SUTIL LEY DE LA INERCIA flotara en la exosfera. A miles de kilómetros de distancia, Ludmila Tokov comprueba si será suficiente el oxígeno que dispone antes de aterrizar.
    Soledad despierta en una habitación de hospital. No ha sido nada grave, solo un ataque de ansiedad. Desde la cama, ve en las noticias de la televisión la llegada de esa astronauta rusa de la estación espacial internacional. Sonríe pensando que las mujeres valientes hoy han tenido otra oportunidad.

  3. JAMS

    EN RUTA, de Matilda Johnson

    Hace frío por la noche en diciembre en Polonia.
    Mucho más de que haya podido sentir nunca.
    Y eso que todo lo que tiene lo lleva encima.
    Busca un rincón en el bosque donde pasar la noche, tiembla y se pregunta ¿volveré DE NUEVO A VER A alguien de su familia?
    La respuesta llegará a la mañana siguiente y, aunque no te la diga, todos sabemos que no nos gusta.

  4. JAMS

    LA COSTUMBRE, de Belfegor

    Ejerce la prostitución desde hace muchos años.
    Y desde entonces, el odio a los hombres ha ido a más.
    Acude por la noche a los bares y entabla conversación con los solitarios acodados a la barra.
    No tiene miedo de ir a las casas, pues va preparada para ello.
    Se deja hacer para darles confianza y cuando se descuidan, les echa un brebaje en su bebida y espera a que se duerman.
    Los desnuda y a todos los emascula, la sangre inunda las habitaciones.
    Se toma su copa y se acuerda de aquel cabrón que la violó cuando era niña, brinda por él, pues fue el primero. Una noche se lo encontró en la movida madrileña y consiguió llevárselo a su casa, esa fue la única vez y a partir de ese día, en la de ellos.
    MIENTRAS PASA LA FREGONA, piensa, que tiene que quitarse esta costumbre.

  5. JAMS

    SALIR DE LA PENUMBRA, de Respiración

    Frota puertas, azulejos… y se detiene ante el espejo. ¡Tanto tiempo sin mirarse!
    ¿Para qué? Piensa.
    UNA SUTIL LEY DE LA INERCIA la empuja hacia una vida gris y bastante cobarde atándola a (Bremen), anodina ciudad para ella, en la que, aún, se siente como una emigrante extraña y solitaria.
    Sale del apartamento en la obscuridad y regresa en la penumbra del ocaso. Echa en falta el calor del sol sobre su piel.
    En el bolsillo lleva una intacta barra de labios (único vestigio de coquetería que se permite) Pinta, en los espejos y paredes bruñidas del baño, la luz que necesita:
    El sol de su niñez, (con boca y ojos sonrientes) nubes, árboles, flores y montañas; la belleza que esconde su corazón, la nostalgia del calor familiar y la frescura de las montañas del Caurel.
    Este año no será elegida como la empleada del año.

  6. JAMS

    ORDEN MINISTERIAL, de Bartleby

    Al final del pasillo recién fregado, doña Patro, lanzallamas entre manos, nos observa con gesto amenazante e inmisericorde. EN UN LAPSO INDECIBLE, y solo cuando considera que el piso ya está seco, retira el arma, el cubo y la fregona, y ministro, secretarios, subsecretarios y jefes de negociado nos atrevemos, con pasos cautelosos, a dirigirnos a nuestros despachos.

  7. JAMS

    LA LÍNEA 56, de Rizzitos

    Le gustaba trasnochar. Él, decía que la noche era como el tren de la bruja que tarda, pero siempre emociona. Todas las noches, se subía en el autobús de la línea 56, y, cada noche inventaba una historia y la dibujaba en el botón Stop.
    Una noche, como siempre volvió a coger el tren de la vida, de la noche, de la bruja,. A su vuelta, como tantas veces, aparecía un nuevo dibujo en el botón Stop del mismo autobús. SOLEDAD, LA LIMPIADORA encargada del autobús, se dio cuenta que en el botón Stop había como una especie de garabatos. En ellos, se veía algo diminuto, casi microscópico, con pocas líneas, pero que fijándose bien, se descifraba. ¡Sí, era un dibujo! ¡Una historieta dibujada!
    Lo que no sabía era que, esas noches de tren de la bruja, habían sido interpretadas y escritas por la limpiadora encargada de la línea 56

  8. JAMS

    DETERMINACIÓN, de Carballo

    UN MINÚSCULO PUNTO DE ESPUMA del mar se escapa impulsado por la ola mientras ella piensa en la inercia que ha marcado todos sus comportamientos.
    Y entonces quisiera gritar que : ¡por fin es libre, que ya nadie la empuja a comportarse como una super mujer, como una super madre!
    Ahora ya es solo una más, con todos sus defectos y virtudes.
    Entonces recuerda todos sus afanes, todas las tristezas al no lograrlo, por intentar ser siempre la mujer perfecta.
    Y se promete que a partir de ese instante, libre ya de aquel hombre alfa que durante años ha regido su vida, solo será ella la que dirima su futuro, aunque no sea perfecto.

  9. JAMS

    CARTA ASTRAL, de Jo March

    UN MINÚSCULO PUNTO DE ESPUMA GRAVITA en la negrura del café. Toma un sorbo y se pregunta si las órbitas que traza el compás son las correctas, si los planetas se alinean favorablemente, si los astros pronostican lo que intuye y si lo que intuye es lo que ella anhela escuchar… Pasa la fregona mental a los malos augurios y se centra en el arquero, en la flecha que habrá de cruzar el cielo para que al fin, tras varias tentativas fallidas, Soledad, la limpiadora, retome aquellos estudios que abandonó a los diecisiete.

  10. JAMS

    INERCIAS, de El Principito

    Ella tiene turno de noche y, a pesar del relente que cae, sale al patio de la fábrica en su tiempo de descanso.
    Mira el cielo y se pregunta si él la habrá olvidado, hace meses que perdieron el contacto. Se imagina que pasean juntos por las estrellas y de un salto llegan a la Luna donde navegan por el mar de la Tranquilidad hasta alcanzar el cráter de Hipatia.
    Él se encuentra A MILES DE KILÓMETROS y, desde la escotilla de la estación espacial, contempla la Tierra preguntándose qué estará haciendo ella y si aún le recuerda.
    Los pensamientos de ambos se mueven a la misma velocidad uniforme hasta que colisionan y se funden en algún punto de la galaxia.
    Luego él sigue flotando en el espacio mientras ella vuelve a su puesto de trabajo, los dos extrañamente embriagados de esa grata sensación que dejan los reencuentros.

  11. JAMS

    TODO PREPARADO, de Doña Urraca

    Miraba desde el centro del escenario al patio de butacas. El silencio era absoluto, absorbente, y trasmitía una paz que, junto a la tenue iluminación del teatro le hacían sentirse incorpóreo, como si estuviera flotando en un espacio inexistente.
    Sin más preámbulos, tras respirar profundamente y con los ojos cerrados, acometió con decisión las primeras notas de la segunda suite para violoncelo solo de Bach.
    De pronto, un ruido en la puerta de la sala lo alarmó y obligó a dejar de tocar. El concierto es a las ocho —pensó sin dejar de mover los dedos y recrear mentalmente cada nota— y en poco tiempo llegarán los músicos. Se levantó de la silla, miró el cubo que tenía entre las piernas, alzó la fregona, y retornó a su realidad para que el escenario estuviera limpio y preparado ANTES DE LA ENTRADA de los músicos para el ensayo.

  12. JAMS

    ARRIBA, ABAJO, de Skyline

    «Lo importante es tener salud» se dice Paqui mientras, en una pausa que hace junto a la máquina de café en el piso cincuenta del rascacielos donde trabaja, se clava los dedos en las lumbares para aliviar el dolor y gira el cuello a ambos lados para desentumecerlo; lo vio en la tele en un programa de yoga. «Incluso las butacas de la sala de espera son más mullidas que mi sofá, que hasta hay para dar a un botón que te alza los pies. Y los cristales se limpian solos, porque es un edificio inteligente no, lo siguiente», piensa admirada, recordando las cagadas de paloma en sus geranios y ventanas.
    Por todo ello, MIENTRAS PASA LA FREGONA y mira el cielo, sueña con que el Jonathan termine la ESO, que a ingeniero o arquitecto fijo que no llegará, pero al menos que tenga la oportunidad de levantar el vuelo.

  13. JAMS

    EL ACCIDENTE, de Egomet

    Todavía DA VUELTAS EN SU CABEZA el recuerdo del accidente. Un despiste, la curva y el derrape. Después, un fundido en negro, el largo despertar y varios meses en la clínica. Dada su nueva situación necesitaba replantearse la vida y una inesperada alineación de los planetas le había traído hasta aquel monasterio.
    Aquella tarde, mientras los monjes se afanan en sus labores, él permanece pensativo en el claustro. Observa ensimismado el lento avance de las agujas del reloj de la torre y, absorto en su mecánico latido percibe de pronto un ligero desplazamiento de la silla. Sin duda, un fallo accidental del freno. Debido a su incapacidad para rearmarlo, avanza con progresiva aceleración, por la suave pendiente del corredor.
    Una columna de fuste floreado recibe impávida su abrazo, como si esperara desde siempre, su llegada. El erosionado diablillo del capitel parece retorcerse de risa.

  14. JAMS

    ANCLADA EN EL SIGNIFICADO DE SU NOMBRE, de Onírica

    ENSIMISMADA EN EL QUEHACER MECÁNICO, Soledad piensa que su nombre vaticinó su vida. Hija única de unos padres tan absorbentes como distantes, nació en un lugar lejos de todo, perdido en la nada. Aunque sus progenitores murieron, sigue instalada en la misma casa, en el mismo silencio y en la misma apatía. Como nadie la espera dilata las tareas infinitamente.
    En este momento, fregona en mano y presa de una magnética abstracción, mira al cielo desde la ventana de la cocina. Las caprichosas formas de las nubes evocan caras, animales y objetos de un mundo que nunca ha conocido. De pronto, sus ojos recrean en un denso cúmulo dos rostros familiares. Y ella no puede evitar desear verse allá arriba fregando con garbo ese inmenso embaldosado de algodón; no parar hasta lograr un acabado perfecto, como a ellos les gustaba: sin sombra de esperanza, sin rastro de futuro.

  15. JAMS

    ¿Y TÚ, SOFÍA?. de Elder Lamaleta

    De niña quería ser astronauta. De mayor, por su impecable trabajo y reputada profesionalidad, la trasladaron al Centro de Entrenamiento Galáctico confiándole un TROLLEY de última generación. Al pasar por la zona del museo espacial, no podía evitar comparar sus prestaciones con las antiguas sondas de reconocimiento: uso, multifuncional; capacidad: 3 estantes para 25 kilos de carga; materiales: polipropileno termoplástico resistente al agrietamiento, la peladura y la corrosión; colores: naranja, negro y azul; maniobrabilidad: 4 ruedas universales permiten desplazarlo en todas direcciones cuando vas de una habitación a otra; equipamiento: UN CUBO DE LA LIMPIEZA, escurridor de palanca, bolsa de basura, escoba, recogedor, esponja, trapos y productos varios.
    Estaba encantada de trabajar allí, la gente era educada…
    -Sofía, te has vuelto a quedar empanada delante de la SPIRIT.
    -Perdón, señora directora. Voy señora directora.
    …Y además podía ver a la mandona de su hija a cada rato.

  16. JAMS

    CHEMTRAILS, de Wenceslao Izquierdo

    Como cada tarde, el crío se tumba en el prado mirando al cielo, UNA ESTELA NUEVA SE DIBUJA ERRANTE Y LEVE. Ha leído que así nos controlan, que nos enferman y cambian el tiempo, “como si fuéramos hormigas” piensa. Se levanta y, antes llegar a casa, pisotea y se orina en varios hormigueros.

  17. JAMS

    SOLOS, de Ladybug

    Soledad, acomplejada, tímida y sin compromisos, se tira todo el día fregando. Tras terminar con las escaleras y el portal de su comunidad, empieza con el colegio y entre pasillo y pasillo se deja LLEVAR POR UNA SUTIL LEY DE LA INERCIA y sueña, abrazada a su fregona, que baila con el conserje, pero antes, mira para todos lados, se moriría de vergüenza si él la descubriera.
    Evaristo, retraído, soltero y sin compromisos, trabaja en el mismo colegio que ella. Conoce su secreto y sueña con llevarla a bailar, pero se muere de vergüenza, quizá ella ya se ha dado cuenta de su cojera, de que su pierna izquierda es más corta que la derecha. Son dos seres perdidos en la soledad de su universo. Y cuando acaben su jornada se despedirán sin mirarse siquiera, so pena de traslucir lo que sienten el uno por el otro.

  18. JAMS

    EL VIAJE DE LA LUZ, de Procrastinator

    “Mira cómo una sola vela puede desafiar y definir la oscuridad”. Ana Frank.

    En el Tíbet, un monje enciende un candil y la luz se deja LLEVAR POR UNA SUTIL LEY DE LA INERCIA y emprende su viaje por el espacio y el tiempo en busca de historias que alumbrar.
    Sobre el balaustre del puente su sufrimiento acallará. Un destello fugaz pasa ante sus ojos, inconscientemente pide un deseo.

    El asesino va a apuñalar a su víctima por la espalda cuando un pequeño resplandor proyecta su sombra.
    En estado de coma, la enfermera cree ver un brillo en sus ojos.
    El barco, desorientado, se mece a merced de la tempestad, el grumete ve la estela de una estrella que indica el norte.
    Observa la noche sin vida cuando un halo luminoso la llena de matices, Vincent sonríe.
    Tres reyes emprenden el camino, una luz les guía en busca del nacido.

  19. JAMS

    BAJO LAS LOSAS, de Agüerojero

    La tía soltera del cura, en su afán de maternidad, trajo a la casa parroquial una niña procedente del hospicio de Santander, era la misma que dos años antes había aparecido en el pórtico de la iglesia del pueblo y que a falta de notas en sus ropitas se la bautizó como Concepción San Miguel, advocación de la iglesia del pueblo. Creció y aprendió a leer en los libros sacramentales de la parroquia.
    ─ Leía: Andrés Castanedo enterrado en el segundo rumen, tercer sepulcro al contar desde el lado de la epístola; Antonia Campuzano segundo rumen, segunda sepultura por la parte de la epístola, contigua a la tarima del altar de San Roque…
    Cuando con su tía, cada viernes, fregaban la iglesia veía las SILUETAS EN EL SUELO de los difuntos enterrados bajo cada losa. La única de mármol siempre aparecía encerado. Decía Conchita que allí debajo yacía su madre.

  20. JAMS

    RUMBO CORRECTO, de Carlos

    Apenas llega el alba comienza su quehacer matutino. Prepara comida y cena, en la misma postura de siempre, balanceándose, y repasa sus múltiples tareas. Si no faltaba al instituto, porqué decidió huir de él para cruzar la línea roja que la condenó al desierto de su casa. Admite su capacidad memorística. Que ha llorado mucho y reído poco, que solo una vez sus huellas marcaron la arena de la playa. A su hija un buen día el viento cambio de dirección. Ganó una beca tras otra. Se esforzó. Quiso conocer la aerodinámica y superficies de mando de las naves. Hoy por fin, TRAS VARIAS TENTATIVAS FALLIDAS, tiene delante de sus narices un Planeta que no es La Tierra, y un conocimiento más amplio del universo. Consulta manuales. Necesita repasar las maniobras que la traerán a casa en la órbita adecuada.
    Pilota suavemente. Intenta ver más allá del polvo rojo.

  21. JAMS

    PRIVILEGIOS, de América

    Siempre pensé que mientras todos nos íbamos a la escuela o a trabajar, ella descansaba tranquilamente. Eso creía. Que mamá era una privilegiada. Sin exámenes que rendir ni jefes enfadados con quienes lidiar. Hasta que enfermó y tuve que hacerme cargo de descansar por ella.
    Me siento a cocinar para cinco que comen cinco platos distintos. Me relajo planchando dos camisas diarias y una montaña de camisetas y vaqueros. Estiro músculos recogiendo ropa para la colada. Me recuesto contra el frigorífico, me reclino sobre la escoba y reposo sobre la tabla de picar. Yazgo espléndida enarbolando la mopa QUE PINTA DE FORMA CAPRICHOSA SILUETAS a su paso y duermo siestas de grifo y fregadero.
    Cuatro días me han bastado para decidirlo: renuncio a mis privilegios de mujer.

Leave a Reply