12. Tras su rastro por la nieve
La oscuridad no lo es tanto cuando caminas sobre la nieve virgen. En cambio, el silencio sí que impone; esta noche sólo la cadencia de mis pisadas -el crepitar de inmaculadas estrellas de hielo bajo mis botas- y mi vaporoso jadeo entrecortado, lo rompe. Te busco, se que estás cerca a pesar de no saber por dónde ando, pero me guía un destino certero. Y aunque la vista cada vez me engaña más, no desfallezco hasta descubrir, al fin, tus pisadas. Sigo tu rastro tras la nieve y una inmensa felicidad me cubre. Ahora se que, después de tu inesperada marcha hace cuatro años, volveremos a estar juntos. Para siempre.
Me ha sobrecogido imaginando el silencio, el crujir de las pisadas, la respiración… Y el frío de la triste alegría. Precioso, Miguel Ángel.
Helados de amor eternamente. Deja la intriga de si esa inerperada marcha es un intento de ir a comprar tabaco (como suele decirse 🙂 o un accidente inesperado.
Gracias Patricia y Lorenzo. Fue leer el tema de este mes y me vino a la mente este relato de encuentros en la nieve, tras las pisadas de hace tiempo.
Un saludo!
La descripción me gusta, pero vamos, a mi ni se me ocurre, si se ha ido, mejor.
Un abrazo
Miguel Ángel, me has dejado con ganas de saber más. ¿Por qué se fue? ¿La encuentra?… Me ha gustado mucho. Abrazos.
Me ha encantado el crepitar de las estrellas…Y me ha envuelto la atmósfera helada de tu relato. Muy bien contado. Suerte.
Miguel Ángel, me ha entrado frío con ese fantástico crepitar de las botas. Espléndida descripción y buen final. Suerte y un abrazo.
Me ha gustado mucho la manera de contar las sensaciones y emociones en la búsqueda del (o de la) que se fue. Supongo que, en este caso, la muerte es la forma de encontrarse. Saludos y suerte
Que manera la tuya de describir escenarios y sensaciones, condenao !!
Y, sinceramente, me parece tu historia más romántica hasta la fecha.
Notable muy alto (no hay sobresaliente porque el título no me acaba de matar…).
Gracias a tod@s!!! Gracias por vuestros comentarios!! Juana Mª se acerca bastante, en su apreciación, a lo que yo quiero contar.
Modes, el título me vino por el tema del mes, vamos, que es el mismo… Y como la historia surgió al leer el tema, pues lo dejé como título!! Es cierto que tengo que cuidar más los títulos.
Un saludo!
Muy bien creada la atmósfera, y qué bien se respira en ella. Un relato muy poético y que engancha al lector. Cambias de estilo constantemente, a ver si te pillo algún día. Un abrazo microlunático.
Radon, tu eres versátil a más no poder… Ya nos vamos pillando!!!
Gracias por el comentario!!!
Un saludo!!
A mí me ha resultado muy bucólico imaginar ese paseo nocturno, con el frío azotando la cara y el alma encendida con la esperanza de haber encontrado el camino correcto.
Muy bueno.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario, Belén!!
Un abrazo!! 😉
Pues yo me estoy imaginando a la chavala esperándolo con las garras afiladas. Esta muy bien ambientado, hasta consigo ver las caquitas congeladas de las ardillas. Buen trabajo, amigo amarillo. Mucha suerte.
Abracisimos microlunáticos.
Ese Barlon bueno!! Gracias por tu comentario, amigo microlunático!!!
Un saludo!! 😉
Coincido con Juana, me parece que es la muerte la que va a propiciar el reeencuentro. Y esa gélida atmósfera, ese silencio insóndable, ese frío que te paraliza al leer el relato, no presagian nada bueno. Esa ausencia inesperada no parece voluntaria y esas huellas incorruptas, después de tanto tiempo solo nos pueden conducir a un desenlace. Un gran micro Marca. Un microlunático abrazo.
Gracias por tu comentario, Juancho! has bordado la interpretación!! 😉
Un saludo, amigo microlunático!
Hermoso relato lleno de dolor donde se pueden sentir la busqueda y la esperanza del reencuentro aunque sea con la muerte. Me gusto mucho . Enhorabuena.
un beso
Gracias por tus palabra, Esther!!! 😉
Para esto estamos!!
Un saludo!