02. ASINCRONÍA
De repente, el mundo que yo conocía, cambió. No recuerdo que me ocurriera nada raro, ni que mi entorno cercano hubiera cambiado, pero empecé a percibir ciertas miradas extrañas en las personas con las que me cruzaba por la calle, como si algo en mí les inquietara. Yo no entendía nada.
Cuando, tras dos días así, decidí averiguar los motivos de esos sutiles cambios en el comportamiento habitual de los demás y preguntarle a alguien qué les estaba ocurriendo, solo obtuve el silencio por respuesta y un leve gesto de conmiseración.
Entonces empecé a preguntarme si no sería yo quien, afectado por algún tipo de paranoia, estaba viendo cosas inexistentes, irreales, que podían perturbar mi mente. Entonces sí empecé a preocuparme.
Ayer, me mareé y me caí en una acera pero, esta mañana, al salir del hospital con la bolsa de objetos personales y un sobre con mis informes, sentí que todo había vuelto a la normalidad. Transité por mi mundo cotidiano, conocido y, al fin, me tranquilicé.
Abrí el sobre y leí mi diagnóstico: “ASINCRONÍA POR DESAJUSTE DE MCP”. Tiré al cubo de reciclaje una especie de microchip oxidado que lo acompañaba y volví a casa feliz.
No podemos saber si en el futuro existirán seres vivos, pensantes y sintientes, como lo somos los humanos, capaces de permanecer en sociedad y de darse cuenta de que algo falla en su organismo, sea mecánico u orgánico. Hay quien asegura que en el futuro tendremos insertados órganos mecánicos o clonados, o creados a través de células madre, repuestos para cuando el cuerpo que nos sustenta falle, seríamos una especie de individuos híbridos, prolongando así la existencia, quién sabe hasta cuándo. De una manera o de otra, no sé si lo veremos, a veces hasta dudamos de que como especie tengamos porvenir, pero todo es posible con la imaginación y la escritura. Ojalá los males de salud pudieran paliarse con desatornillar o desoldar el componente averiado y sustituirlo por uno nuevo. El caso es que a tu protagonista se le ha solucionado todo con un pequeño objeto.
Un relato de ciencia ficción, futurista, que, sin embargo, parece actual y, por tanto, creíble.
Un abrazo y suerte, Puri
Muchas gracias por tu comentario, una vez más, Ángel. No sé si la tecnología futura avanzará tan rápido como en este último siglo, ni hacia dónde lo hará. Me temo que, tal como vamos, quizá avance hacia un camino equivocado pero, afortunadamente, yo no lo veré. Un abrazo, amigo.