21. ZELENSKI, UN ÍDOLO CON Z
El general de plomo ascendido a soldadito de oro contra aquel actor de metacrilato aupado a héroe de la esperanza. Y aquellos tanques con Z (ZoZobran) desilusionados por la derrota ante un Mazinger Z hecho de raZón, papel y tijera.
Aquella guerra perdida antes de poner un pie en la entereza del otro, con la excusa «de porque lo digo yo». Bueno porque lo dice él, el hipócrita de la palabra, el retirado de los servicios secretos a la sombra del Gulag. Y ahora acaricia el botón rojo poniendo rostro a la demencia.
Pero los rayos de la luna enfrían la nieve ensangrentada de los sumisos uniformados que no se atrevieron a rechazar la orden de avanzar. Como aquel soldado de diecisiete años que fusiló el último pensamiento del sargento Juan Soler.
Tan solo quedan aquellos coraZones ucranianos derretidos en la nieve, insuflando primaveras de hierro y casquillos de nostalgia para ennoblecer la muerte «con esa dignidad propia de los vencidos«.
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Y la madre de Juan Soler no puede estar más emocionada por esta homenaje ❤️
No sé si esto es un elogio o lo contrario, pero este es de esos micros que cuando los lees piensas: Joder! Cómo me hubiera gustado escribirlo a mí, homenaje incluido. Solo una cosa, creo que no le hace falta ese ucranianos, el micro está totalmente explicado sin él.
Enhorabuena JM! Y mucha suerte, la merece!
En efecto, Juama, un relato precioso que me ha hecho googlear al sargento Juan Soler, y ¡ahora no me queda más remedio que felicitar también a Arantza!
Un homenaje formidable a unos héroes actuales que sufren ante un villano indecible, con homenaje también al personaje de un relato de Arantza y a ella como autora, con una zetas que se vuelven hacia sus promotores, para zaherirles.
Original, actual, bien escrito y, cuanto más tiempo pase, histórico.
Un saludo y suerte, Juanma, aunque no te va a hacer falta, éste va al libro derecho, porque tiene muchos elementos, entre ellos, la capacidad de conmover.
Me parece un microrrelato de una gran genialidad por la forma de contárnoslo; te hace volver a leerlo un par de veces por si se te ha escapado algo; de hecho busqué al señor Juan Soler. Gracias por darme tanto a conocer.
Simplemente genial