OCT120. ADIÓS, de Alvaro Varela Plaza
Apenas iluminaba unos palmos el débil parpadeo del flexo sobre el escritorio. Toda la estancia oscura, el edredón doblado sobre su esqueleto de plumas y un compás hiriente garabateando un folio.
El silencio que la rodeaba resultaba casi doloroso. Entre las líneas temblorosas distinguía una \»i\» con un diminuto corazón de acento. ¿Me atrevería a aprovechar la oportunidad de aquel descuido?, escribía.
Di unos pasos y me incliné sobre su hombro.
¿Por qué no se amontonan las fotos en mi cuarto?, ni siento la caricia de un abrazo… ¿Soy yo?, ¿es mi culpa?, nadie me ha enseñado a ser feliz.
Grabó sus iniciales y tiró de la cuerda del flexo. Ahora sí quedamos sumidos en un gran desconcierto.
Solo la luz del móvil reveló la sombra de su cuerpo. \»Siento que la vida me resulte tan insoportable\», envió. Y luego, lo bloqueó de nuevo.
Dejó correr el grifo un instante. Un grito brotó del baño y ahogó un eco metálico golpeando el suelo. Me estremecí, se me heló la sangre, cerré con fuerza los ojos; y el grifo seguía abierto.
El móvil sonó, un mensaje, después otro. Vibraba sobre el lavabo, pero esta vez, ya nadie contestaba.
¿Sabes que tu muerte es muy humana? Muy buen micro.
Suerte y un abrazo.
Me alegro de que te guste!! es la primera vez que participo en el concurso, a ver si hay suerte!!
Hola Alvaro, creo que el flexo se apagó ya del todo y el acento de la «i» atravesó al ser entero.
Un texto crudo, triste y que emociona. Y suerte para tu primera vez.
Abrazos.
http://montesinadas.blogspot.com.es/
Resulta realmente triste pensar que ha ocurrido en algún momento, gracias montesinadas