59. Sin remedio (Josep Maria Arnau)
La mujer que deseaba se le resistía. Se llamaba Roxanne, era romántica y culta. Vivía rodeada de libros. Él estaba desorientado y, siguiendo el consejo de sus amigos, empezó a mandarle cartas con sus anhelos más íntimos. Todos sus intentos quedaron sin respuesta. Aunque los libros no eran lo suyo, buscó en ellos hasta que encontró una historia inspiradora.
Después de darle muchas vueltas, tomo una decisión y acudió a la consulta de cirugía plástica. Al conocer sus motivos, el especialista desaconsejó la intervención. Decepcionado, recorrió numerosas clínicas con idéntico resultado. Cuando ya estaba a punto de rendirse, encontró a un cirujano que accedió a su extraña petición sin preguntar el porqué.
El día que le sacaron el vendaje había una gran expectación en la clínica. Él se miró en el espejo y comprobó satisfecho que ya tenía su gran nariz. Pidió papel, cogió el bolígrafo y empezó a escribir ante los atónitos ojos del equipo. Era la enésima carta de amor para Roxanne. La enfermera accedió a leerla y se sonrojó; después mencionó aquella devastadora palabra: «ortografía».
A tu protagonista no se le puede negar interés y empeño por conquistar a una mujer, hasta es capaz de pasar por el quirófano, en un intento de parecerse, quizá, a Cyrano de Bergerac, un un hombre culto que daba importancia a la literatura, pero ni por esas, porque la mujer a la que pretende no perdona las faltas de ortografía y dejar de tenerlas y una formación intelectual no se improvisa en un día. Ha equivocado la estrategia, que debería pasar por más lectura y menos cirugía, o puede que sus esfuerzos sean vanos porque llega tarde y su problema sea algo «sin remedio».
Un relato que incide en la importancia de las formas y los detalles, en el afán estéril cuando ya no se llega a tiempo.
Un abrazo y suerte, Josep Maria
Gracias por tu visita y comentarios, Ángel. Certero en tu análisis, como siempre. Buscar fuentes de inspiración es una buena estrategia ante el bloqueo o el fracaso, pero aún más analizar sus causas.
Un abrazo.
Hola, Josep Maria, creo que al protagonista le hace falta leer muchos libros para conquistar a Roxanne. Da pena ver cómo sus intentos con las cartas resultan fallidos y que llegue a la conclusión, tras inspirarse en esa famosa historia, que tiene que ser la nariz lo que le falla para ser como Cyrano, y no caer en cuenta de que es la ortografía lo peor de su perfil. Un micro tan divertido como tierno, que nos enseña que por amor somos capaces de cualquier locura. Suerte y un abrazo.
Gracias por leer y comentar, Juana María. Como bien dices, se pueden hacer locuras ante un desamor. El problema es apuntar ciegamente por culpa de un diagnóstico equivocado. Me alegra que el relato te haya parecido divertido y tierno.
Un abrazo.
Un emulador de otro que al final no consigue sus propósitos. Mejor hubiera sido que se mantuviera firme en sí mismo y probar cuantas veces vea, pero tampoco tropezar demasiadas y mucho menos con sacrificios de tantas narices. Saludos y suerte para el relato.
Gracias por pasarte y comentar, Manuel. Quizás sí que el destino del protagonista hubiera sido mejor persistiendo en su objetivo, pero cambiando la estrategia. Una pregunta a tiempo sobre el porqué puede ser salvadora.
Un abrazo.