OCT117. FIEL INOCENCIA, de Calamanda Nevado Cerro
Aquella siesta se sentía muy caliente; era buen momento para un revolcón. Recordó la promesa aparcada de visitar a Elisa. De camino lo entretuvo la atmósfera mágica de algunos timbres; apuntó de los buzones nombres y direcciones de mujeres hasta encontrar el destello punzante de la luz, encendida, que iluminaba la ventana esquinada del salón de su amiga, entreabierta, como había pensado.
Desde allí era increíble mostrarse desnudo ante las chicas cuando transitaban la acera. Imaginó su interior; la cama grande, el sostén trasparente, y juguetes mágicos para sonrojarla.
Los labios de Elisa, dulces como su saliva, lo condujeron hasta el colchón. Se sumergió en ella. Ajeno a la muchedumbre de la avenida la mordió entre las sabanas; parecían buscar algo arriba y abajo. Elisa, con sus interminables besos, lo lamia pletórica; febril devoraba lentamente, una y otra vez, jiritas de jamón tierno hasta atragantarse.
Su deseo, nunca tenía prisa, la hacía sudar; la piel húmeda de las manos de ella le aferró los hombros. – ¿Recuerdas Daniel… como jamón sin parar? ¡Vuelvo a estar embarazada!−
Escuchaba a la bella Elisa, descansando su mirada en el suelo y en sus finísimos pantis; sumergido en la duda de si resistirían lo suficiente.
¡Ay, ay, ay! ¡Estos homicidas sistemáticos, preocupados por cosas banales…en apariencia! Y hasta ahí deseo pensar, no quiero imaginar qué acontecerá con Elisa…
E l V i d e n t e E n t r e O r o p e l. Eso es; en apariencia. Yo tampoco quiero imaginarlo. Gracias y saludos. Calamanda
Calamanda, lo he leído tres veces y no entiendo qué me estás contando. Por lo tanto no puedo opinar.
Ximens, otra vez será; gracias por pasarte. Saludos Calamanda
Hola Calamanda, a mi me pasa un poco como a Ximens. Lo he leido tres veces y al principio pensé que era la muerte la que se levantaba caliente, después pensé que no, que la cita es de Elisa por estar embarazada. Pero me ha despistado eso de que parecen estar en la calle a la vista de todos, asi que también me he imaginado que Elisa fuera un maniquí de alguna tienda . No sé. En cualquier caso, un abrazo.
Eva, él es un sicopata haciendo de las suyas; tu idea de que la muerte se levanta caliente es muy buena y puede dar para una buena historia. Gracias y abrazos
Hola, Cala.
A mí me sugiere que el notición del embarazo no ha sido la primera vez que se lo da. Ese ¿recuerdas… como jamón sin parar?, me hace pensar que ha habido otras veces y que alguien va a morir…
La verdad es que es intrigante, Cala.
Un beso muy grande.
Towanda, si » recuerdas » significa que ya hubo otro embarazo, y si, podría ser ese un buen final. Muchos besos para tí y gracias.
Calamanda,un relato muy erótico y con mucha fluidez. Lo único pero es al final qué sucede. La verdad se puede dar multitud de interpretaciones porque no parece claro. Quizás, tú eso querías que el lector adivine qué realmente sucede. Un fuerte abrazo amiga, Sotirios.
Sotirios, así es; me parecio buena idea dejarlo abierto; Gracias por tus palabras y seguimiento. Abrazos.
Me dejo cautivar por el tono erotico del relato. Esa siesta en la que se hace de todo menos dormir.
Un beso
Esther, estoy contigo; por eso elegí la hora de la siesta; gracias por dejarte llevar por su tono. Besos Calamanda
Hola Calamanda, tu personaje sicópata ahí nos deja con la duda, ¿qué pasará con Elisa?.
Por lo pronto ya tiene una buena lista de nombres de mujeres. Mejor estar lejos.
Te deseo suerte.
Un saludo.
Elena
Si, es tan depredador como la muerte; en su idea y obsesión no desea que le falten las mujeres. Gracias y saludos. Calamanda
El caso es que has conseguido que lo lea cinco veces y que cada vez saque una conclusión distinta. Jamón ibérico es tu micro, Calamanda.
Suerte y un beso.
Luis Miguel, gracias por tu tiempo, tus alimenticias palabras, hablando de jamón, y amable paciencia. Besos Calamanda
Lo de los pantis me ha traído intrigada desde la primera vez que lo leí. Hoy reviso, y creo que espera estrangular a la embarazada. Tampoco entiendo lo de la atmósfera mágica de los timbres. A la vez parece que es un exhibicionista.
Bueno, que tampoco me queda muy claro.
Abrazo.
La obsesion por las mujeres lo lleva a dar con ellas a traves de su dirección, cara a cara, tras un ventanal exhibiendose… los sicopatas, dicen, tienen diversas formas de hacernos daño. Lo de los pantis lo dejo a tu gusto Antonia. Gracias y abrazos.
Está bien situado pero yo no veo bien claro quien es quien ¿ la muerte es quien al final la mata,o es su marido, en fin como el final es abierto por lo que leo en los comentarios, dejemos entonces el punto y final al libre albedrío.
Besos.
Puri
Puri, gracias. El que está con ella es un prenda de mucho cuidado. Saludos Calamanda
Hola,
Eso de «vuelvo a estar embarazada», me ha descolocado; según lo leía pensaba que iba a ser su primera cita, pero luego he visto que no, que ya había habido más (incluso embarazos).
Un saludo.
Blanca, así es; de ahí el título -Fiel inocencia- la chica parece ser que no aprendio. Gracias y saludos. Calamanda
Creo que la pobre Elisa, aunque es consciente de su embarazo, no es consciente de su embarazosa situación. Le deseo que pueda volver a ponerse los pantis. Me ha gustado, Calamanda. Saludos y suerte
juana, gracias, Y a mi mucho tu juego de palabras. Saludos. Calamanda
Yo también voy despistada. Me parecía una primera cita, o una relación de las de «sólo cuando apetece», pero el embarazo y los pantis me han descolocado. Y lo del psicópata no lo he pillado tampoco, más bien me había parecido un exhibicionista. Saludos y suerte.
Ana, esta no es la primera cita; aunque utilice a Elisa para cuando le apetece. El tipo es mas que nada un indeseable con todos los defectos que le queramos adornar. Gracias y suerte de nuevo para ti. Calamanda
Cala, un poco confuso sí es. Yo he visto un poco al psicópata, al mirar los nombres y eso. Y los pantis de corbata a la muchacha no se los quita nadie, pero eso, se hace un pelín lioso. Suerte..
Abracísimos.
Barlon, si, el sicopata está por ahi; ya lo de los pantis no te lo aseguro; no sé que armas, escondidas, pueda guardar Elisa. Gracias y saludos. Calamanda
Lo último que podías hacer, Ana, es desprestigiar mis jamones, descubrir mis tretas. Ahora a ver a quien le envío un jamón que me lo acepte. O sea, ya no puedo sobornar más, con lo bien que me estaba saliendo.
Yo creo, que al final es la relación entre una amante y un ácaro.
Se echaban de menos tus comentarios tan sesudos 🙂
Me alegro de volver a verte en plena forma. Que continúe. Un besazo.
Ana, me encanta todo lo que sabes sobre esta enfermedad, ¿no será toxoplasmosis?, y cómo lo cuentas; no me olvidaré, y creo que daría un juego tremendo para una buena historia. Pero no, es otra cosa.
Realmente es un indeseable con un perfil sicopata y todo lo demás; y ella una buena chica a la que recurre cuando le parece.
Me encanta tu punto de vista sobre el cuento, da mucho juego; de verdad. Besos y hasta pronto.
Bueno, pues me alegra haber leído algunos comentarios y observar que no he sido la única que se ha quedado a dos velas. Porque, sinceramente, no me he enterado demasiado. Bueno, me ha encantado ese inicio tan prometedor, pero desde el encuentro con Elisa me he quedado a cuadro.
Hablas de un psicópata. Yo no lo he visto en la lectura. Quizá es lo malo de esto de escribir, que nos creemos que todos están en nuestro pensamiento y no es así.
Un abrazo y mucha suerte.
Isabel, los psicópatas no pueden empatizar ni sentir remordimiento, por eso interactúan con las demás personas como si fuesen cualquier otro objeto, las utilizan para conseguir sus objetivos: la satisfacción de sus propios intereses. No necesariamente tienen que causar algún mal. Estas personas sí tienen conocimientos de los usos sociales, por lo que su comportamiento es adaptativo y pasa inadvertido para la mayoría de las personas. Esto implica que el psicópata trabaja siempre para sí mismo por lo que cuando da, es que está manipulando. Esto hace que la persona psicópata pueda cometer acciones criminales u otros actos cuestionables con total falta de escrúpulos, sin sentir culpa. Casi nada. Saludos y gracias.
Ahí van algunas otras «virtudes» más del perfil del psicópata:
Gran capacidad verbal y un encanto superficial.
Autoestima exagerada.
Constante necesidad de obtener estímulos y tendencia al aburrimiento.
Tendencia a mentir de forma patológica.
Comportamiento malicioso y manipulador.
Falta de culpa o de cualquier tipo de remordimiento.
Afectividad frívola, con una respuesta emocional superficial.
Falta de empatía, crueldad e insensibilidad.
Estilo de vida parasitario.
Falta de control sobre la conducta.
Vida sexual promiscua.
Falta de metas realistas a largo plazo.
Actitud impulsiva.
Comportamiento irresponsable.
Incapacidad patológica para aceptar responsabilidad sobre sus propios actos.
Historial de muchos matrimonios de corta duración.
Tendencia hacia la delincuencia juvenil.
Versatilidad para la acción criminal.