Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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25. ALMAGESTO

 

Habíamos reservado habitación para dos noches en un coqueto hotel en plena Plaza Mayor de Cáceres. Desde tan majestuoso epicentro hicimos varias rutas turísticas.  Cuando preguntamos por un lugar para comer, el chico de una tienda cercana, nos recomendó dos y entre ellos, Almagesto.

Salimos a pasear por la tarde en busca del restaurante para cenar y aunque preguntamos a los lugareños, nadie sabía dónde estaba. Después de callejear un rato, decidimos sentarnos en una terraza cualquiera. Al día siguiente nuestro viaje nos llevaría a una visita de la que regresaríamos, agotados, casi al anochecer.

Y llegó la mañana siguiente y nuestra despedida, bajamos a desayunar y ¡oh sorpresa!, ¡allí estaba Almagesto!, recomendado por la guia Michelin y para nuestro asombro, ¡su nombre estaba sobreimpreso en las puertas de cristal de acceso al hotel! El lunes cerraban por descanso nos explicó sonriendo el recepcionista ante tanta estulticia y el martes no paramos allí en todo el día…

Dejamos las maletas en la consigna, llegar a la meta, estando en ella, había sido paradójicamente difícil.

No podían haber elegido mejor nombre, todo un tratado de platos estrella, migas y Torta del Casar entre ellos.

4 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Google dice, para los que no lo conocíamos, que existe un restaurante con este nombre en Cáceres, y que en su etimología significa: Luz de las estrellas, también es una obra de teatro. Tu historia, quizá con visos autobiográficos, cuenta que a veces nos empeñamos en buscar lo que teníamos más cerca, que para llegar a lo más recóndito del alma solo hace falta el gesto apropiado.
    Un saludo y suerte, Ana.

    1. Ana Alcocer

      Gracias Ángel por tu comentario,como siempre has acertado en todo; hay algo de autobiográfico aunque no todo… y desde luego a veces nos empeñamos en hacer difícil lo más fácil.

  2. Ana Alcocer

    Tienes toda la razón, San Cucufato, al que he recurrido alguna vez para encontrar algo perdido, podía haber actuado un poco antes… y qué sensación esa la de darse cuenta que has tenido ante tus narices todo el rato lo que buscabas con ahínco, en fin sólo te consuela que no has sido la única persona a la que le ha pasado. Muchas gracias por tu comentario, saludos.

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