29. Dark side Paloma Hidalgo
Seguí las instrucciones al pie de la letra, orden de añadido de ingredientes, cantidades exactas, tiempos, y mezclé con energía. El cóctel reposó durante tres días. Lo abrí el viernes noche. Nada. El mejunje grisáceo siguió igual durante el fin de semana. Sin embargo, el lunes, al volver del colegio, me encontré un grupo de Perseidas diminutas flotando en el salón, una mini nebulosa que se asomaba al espejo del baño grande, y había bastantes microsatélites acampando en el cuarto del abuelo, vacío hasta que volviera a las cinco del centro de día. Papá, lloroso, pero feliz al contarle lo que había hecho, entró en la cocina a observar la bandada de planetas bebé aprendiendo a rotar, mientras mamá, que repetía emocionada que a Laura le encantaba la astrología, estaba eufórica, también lloraba, y me abrazaba tras enterarse de que había sacado de la basura el libro de hechizos de mi hermana. Del resto de la historia, de cómo encontré de verdad la receta con la que acababa de dar una segunda vida al contenido de la urna en la que ella había acabado, siguiendo un sortilegio meses atrás, por mi culpa, es mejor que no conozcan lo detalles.
Vaya receta más asombrosa, pura magia sideral. El buen hacer de una muchacha que hace las delicias de su familia con un hechizo que desafía lo imposible. Otra cosa es la motivación que le ha conducido a ello, el mal uso de la magia que malogró a su hermana, un lado oscuro que mantiene en secreto, pero con el que al menos ha logrado dar una segunda vida a sus restos, creando un microcosmos recién nacido dentro del hogar. Como ella dice al final, es mejor que nadie conozca muchos detalles
Un abrazo y suerte, Paloma
Yo creo firmemente, firmamentomente en este caso, si se me permite la licencia, en la magia de la escritura. Con ella podemos hacer que lo imposible, lo improbable, lo inverosímil se convierta en realidad. Y por eso esta vez me he permitido sumergirme en esa forma de escribir en la que todo puede pasar, incluso que un microcosmos de bolsillo se origine a partir de lo que fue una vida, echando mano de hechizos, sortilegios, y encantamientos. Además, dicen que, haberlas, haylas…
Gracias por tu lectura y tu comentario, ambos dos regalos.
Un abrazo.
Qué bueno leerte por aquí, Paloma y además con un relato tan mágico.
Suerte con él y un abrazo.
Muchas gracias, Yolanda, lo cierto es que tras una temporada mala, he vuelto a reencontrarme, poquito a poco eso sí, con las letras.
Un abrazote
Claro que existe la magia de la escritura Paloma, acabas de demostrarlo. Que historia tan mágica, tan intensa y tan bien contada. Me ha gustado muchísimo.
Nos leemos.
Muchas gracias, Cristina, por leerlo y comentar de esa manera tan elogiosa. Luego te busco, y te leo
Me gusta ese ambiente alborotado creado por la mano embrujada de un ser que se hace grande mientras lanza universos a su alrededor. Esos mundos mágicos que nacen en la cotiianeidad siempre atraen. Suerte Paloma, besotes.
Manuel, me hubiera encantado vivir en primera persona ese alboroto del que hablas, pero como no sé de artes oscuras, me tengo que conformar con inventármelo. De todas formas reconozco que desde cría me atrae lo de hacer pócimas, sin cenizas, eso sí.
Muchas gracias por comentar.
Un abrazote
¡Qué mundo mágico has sabido crear de algo tan lúgubre como son unas cenizas! Aunque para ello hayas utilizado hechizos y conjuros de magia negra, por un momento has devuelto la alegría a esa familia sumida en la pena. Un abrazo enorme y lleno de cariño
Has creado un mundo bello y único a través de tus palabras. Qué maravilla poder ver ese microcosmos flotando en las habitaciones de la casa. Luego está lo otro, esa vuelta de tuerca al final del relato que solo tú consigues hacer tan bien.
Un beso, Paloma. Y enhorabuena.
María, mil gracias por leer y comentar con tanto mimo y cariño.
Un beso grande
Hermosa segunda vida esa de la que puede gozar la hermana fallecida, y que seguramente servirá de consuelo a la otra, aunque parece muy peligrosa esa practica de hechizos en la que creación y destrucción van de la mano. Un gran relato, lleno de imágenes bellas y originales que se quedan en la mente en pugna con ese lado oscuro que se palpa a lo largo del texto y que amenaza con tragárselas. Enhorabuena, Paloma, y mucha suerte. Un abrazo.