11. ¿DÓNDE VAS CAPERUCITA?
Mi madre me dice que no importa que esté solo en el cole, que es porque soy muy superior al resto y por eso me tienen envidia. Ella cree que algún día seré un gran jefe, que dirigiré una empresa importante y que todos los que hoy me acosan, mañana vendrán a pedirme trabajo. Está segura de que me adoraran como un Dios y me llama “su lobo de Wall Street” aunque yo no entiendo bien que significa…
Con la cara hecha un cromo y llorando, le he contado a mi madre que hoy, un muchacho de tercero me ha acorralado en el despacho del orientador, que lleva más de dos meses de baja. Quería pegarme y aunque yo le decía que me dejase y haciéndote caso gruñía como un lobo feroz, él se reía mientras me tiraba del pelo llamándome “Caperucita Rosa”. He logrado escabullirse de sus asquerosas y sudadas garras y alcanzar un trofeo situado en la estantería. Lo reconocí al momento, lo había ganado mi grupo el año pasado en las Olimpiadas sobre Igualdad y Tolerancia. Lleno de rabia salí al pasillo aferrándome al frío metal como arma defensiva.
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Las madres conocen a sus hijos mejor que nadie. No cabe ninguna duda de que este muchacho llegará lejos. Tiene la confianza de su familia y los mejores consejos. Es prudente, pacífico y buena gente, lo que no quita para que, llegado el caso, sepa también defenderse de forma legítima. Algún día la vida pondrá a ese acosador y a él en el lugar que les corresponde. Ya veremos quién será el que ría entonces.
Un saludo y suerte, Chus
Chus, nos cuentas una situación muy dura y muy habitual. Está claro que los centros educativos, los hay muy conflictivos, necesitan más orientadores y más ayuda.
De cualquier forma, creo que no nos cuentas el final de tu relato porque no se sabe qué hizo con ese premio metálico, usado como arma, unido a la rabia que llevaba dentro el muchacho. Me has dejado en ascuas. Tu historia atrapa.
Nos leemos
El final lo imagina cada uno, creo que no acabará muy bien. Un «diferente» siempre sufre, pero llega un día en que todo se iguala y hasta se olvida. Nos leemos.
Chus este ser rosa ha tenido su espacio y su tiepo para salirse con la suya, no sólo en el despacho del orientador, seguro que en sus siguientes años de vida ha conseguido muchas más victorias, es valiente y eso la voda siempre lo recompensa. Saludos y suerte
Seguro que será un ganador. Todo lo diferente asusta, si no formas parte del grupo directamente estás fuera. Quizá vivamos mejor así. Un saludo
Sí seguro que la vida le recompensará por estos malos momentos vividos, por desgracia muy habituales. Y el acosador acabará siendo un matón de barrio sin oficio ni beneficio, Chus. Un abrazo
Gracias por tu comentario.Soñar que los años pasen rápido. Luego todo se iguala y se olvida. Solo esperar, eso sí, sufriendo…