7. Camino sin retorno (Marisa Martínez Arce)
Ya veo que en diez años no ha cambiado nada en esta casa. Vuelvo y te encuentro sentado en el mismo sillón y que me sigues mirando con la misma cara de desprecio. Soy yo, sí. Te he defraudado, lo sé, pero sabes qué te digo: prefiero ser como soy, a convertirme en alguien como tú. Nunca nos quisiste, ni a mí ni a mamá, la culpabas de que fuera así. «Rarito». Eso es lo que pensabas, que era un «rarito» y un enfermo. Demasiados mimos, le decías, culpándola de lo que para ti era un fracaso.
Tanto sufrimiento la mató. Ella me quería como soy y no pudo superar mi más que forzada marcha. Aunque seguíamos en contacto, no era lo mismo; cuando hablábamos lloraba mi ausencia y me informaba de tus continuos reproches. Ella, por desgracia, ya no está. Su corazón no aguantó más. Yo he encontrado mi camino, soy quien siempre quise ser. ¡Ah! una cosa, a partir de ahora llámame Carmen.
Hola Marisa.
Tu relato me ha gustado mucho. Creo que describes muy bien el dolor y la frustracion de la protagonista por la cerrazon y los prejuicios de su padre.Mucha suerte.
PD- Es muy similar al que tengo preparado para la siguiente convocatoria 😉
Cada cual tiene su propio camino y no transitarlo por el qué dirán, o por no disgustar a alguien de mente cerrada y retrógrada, solo puede traer infelicidad, propia y ajena Este hombre no escarmienta, parece que nunca aprenderá que a los hijos se les quiere como son, no como uno quisiera, porque eso es lo opuesto al amor, puro egoísmo.
Una realidad que debería normalizarse wiempre. Un abrazo y suerte, Marisa.
UN relato de valentía, de todas las personas que han tenido que sufrir por ser quienes quieren ser. Malos tiempos vienen que intentarán parcerse al sr del sillón, pero no podrán, Suerte.
Un micro con un mensaje muy poderoso. Cada uno es como es, ahí está el verdadero significado del amor, aceptarlo como es, no intentar cambiarlo. Es un tema que solo acaba trayendo dolor, sinrazon y sufrimiento. Un abrazo