13. Políticamente en retirada
Pensaba Miriam que no siempre los refranes acertaban y que a algunos eventos era mejor no ir nunca que retrasarse. Había recibido la invitación a la presentación del libro de Gema y, pese a no darse ninguna prisa en acudir, tampoco había sabido negarse. Incómoda en su asiento, pensaba que no pintaba nada en el acto. Apenas conocía a la autora y su libro, que le habían hecho llegar, no le había gustado nada. Lo último que quería era opinar sobre el mismo, pero la concejala de cultura, confirmando sus peores temores, le cedió la palabra.
Tras los saludos de rigor y los agradecimientos, Miriam, curtida en estos saraos, echó mano de la ambigüedad del lenguaje.
«La verdad es que no soy lectora de novela épica, lo mío son las historias cotidianas, por tanto, el hecho de que yo haya leído este libro constituye, per se, una auténtica hazaña»
Tras su escueto discurso, Miriam alegó una urgente llamada de móvil, y salió antes de que a alguien le diese por hacer preguntas y se hiciese demasiado tarde.
A tu protagonista, al revés del dicho, le hubiera gustado más nunca que tarde, pero las convenciones sociales obligan a conservar las apariencias, incluso rayando la falta de sinceridad. Como política promete. Se retiró a tiempo, antes de ser desenmascarada. No sería justo juzgarla, seguro que por educación más de uno no hemos expresado lo que verdaderamente se siente o se piensa, otra cosa es el fingimiento absoluto, expresar lo contrario, algo que esta servidora pública, hay que reconocer, supo evitar a tiempo.
Un abrazo y suerte, Manoli.
Gracias por tu lectura y palabras, Ángel.
En estos tiempos en los que proliferan los púlpitos y la sociedad se radicaliza cada vez más en sus opiniones creo que hace falta tomar un poco de distancia y la sátira (que he intentado usar en este relato con mayor o menor acierto) es uno de los recursos para hacerlo.
Un abrazo grande.
Hola Manoli, tu micro, como dice Ángel, nos da a conocer a un personaje que como político promete. Como tú bien dices, en estos tiempos es necesario usar la ironía y el sarcasmo, no solo con propósito lúdico sino también un poco moralizante; por otra parte «nunca es tarde si….»
Nos leemos.
Efectivamente, Isabel Cristina, no todo el monte es orégano y la diplomacia no hace daño a nadie. En cuánto al sarcasmo pues es una vía como otra cualquiera de escape, jaja.
Gracias por leer y comentar.
Muy original tu propuesta, Manoli, que como dicen Ángel y Cristina está llena de sarcasmo e ironía. Está claro que tiene las cualidades necesarias para ejercer la política. Un abrazo inmenso. Gloria
Muchísimas gracias, Gloria, por pasarte a leer mi relato.
La diplomacia es necesaria no solo en política y a veces hay que evitar ser demasiado sinceros, lo difícil es no pasarte al lado contrario, jaja.
Otro abrazo grande para ti.
Bien en las formas y el cotenido como debe exigirse a una persona vinculada al mundo cultural cercano a las subvenciones y a las dádivas de algunos políticos, pero ha quedado muy bien. Suerte Manoli,