70. AÑOSA
Nunca me habían gustado los pájaros. Hasta la tarde que volviendo de la consulta del médico, con el diagnóstico inesperado en el bolso, encontré un polluelo de gorrión piando desesperado bajo un árbol. Al llegar a casa lo metí en una caja de zapatos y busqué bichos para él, escarbando de rodillas en el jardín y luchando contra las náuseas. Tu padre, siempre tan práctico, me propuso deshacernos de él y ni siquiera lo miró, pero yo ya le había puesto nombre. Cosas de las hormonas, pensé.
Cuando le di la noticia del embarazo me confesó su miedo: «no puede salir bien, a nuestra edad es frecuente que nazcan con problemas». Durante días, no hablamos del tema hasta que la ginecóloga te señaló en la pantalla del ecógrafo, tu corazoncito latiendo con fuerza en mi interior. Él soltó mi mano y yo decidí seguir adelante, sola.
Hoy salimos juntos del hospital, tú tan frágil entre mis brazos, yo más fuerte que nunca. Mis compañeras de habitación murmuran que parezco tu abuela. En el informe de alta me definen como primípara añosa y añaden más palabras que no entiendo, pero desde que estás en mi vida todo me suena a poesía.
Qué bonito, Asun. Esa madre luchando por su hijo contra viento y marea, espero que todo les vaya bien a ambos. Y ese padre cobarde, él se lo pierde.
¿Y qué decir de la frase final? Te ha quedado redonda.
Mucha suerte y un besazo.
Tener un hijo deseado es un regalo, cuando es tardío como el de esta madre se debe valorar aún más si cabe, porque no tendrá otra oportunidad.
Un beso y muchas gracias por comentar, Ana María.
El deseo de tener hijos es demasiado fuerte, tanto que supera las barreras de la edad aunque se aumenten los riesgos, pero clarmanete la parejano se puso de acuerdo y debemos desearle a esta mujer tan valiente que todo vaya sobre ruedas para que su lucha haya sido la de una vencedora y el pájarito crezca fuerte y vuele con seguridad. Suerte Asun, abrazos
En este tema, como en casi todo, es importante que la pareja tenga las mismas expectativas. Esa madre se merece disfrutar de la crianza.
Un beso y gracias por comentar.
Dicen que los hijos conviene tenerlos jóvenes, no solo por posibles complicaciones físicas en ellos, también y sobre todo, porque requieren mucha, mucha energía, por no hablar del tiempo. Tu protagonista está dispuesta a sacar adelante a su retoño, igual que no quiso desentenderse de un gorrioncillo. El drama del abandono por parte de la pareja y marido lo resumes muy bien en ese soltar la mano, tampoco es que a ella parezca importarle, lo mismo que las críticas (nunca había visto o escuchado lo de «primípara añosa». Seguro que será una madre estupenda. Solo se le puede desear lo que a otras madres: suerte y salud para sacarle adelante, nunca es tarde cuando confluyen las dos cosas.
Un abrazo y suerte, Asun
En muchas ocasiones la maternidad te hace ser mucho más fuerte de lo que creerías. En el caso de esta madre, la determinación de serlo puede con todos los obstáculos.
Muchísimas gracias por tu comentario y un beso, Ángel.
Valiente y firme frente a la dificultad. Me gusta el comienzo del cuidado del gorrión y la correlación con su embarazo y su decisión de continuarlo.
Bonito relato Asun.
Me alegro mucho de que te haya gustado, Rosa. Gracias por comentar.
Qué bonito relato, Asun, lleno de fortaleza (la de la madre). Una pena que el padre reaccionara así, pero más vale sola que mal acompañada. Le deseo lo mejor a ella, al niño y al gorrión, sabiendo que cariño no les va a faltar.
Un beso,
Carme.