82. Sobre todo cuando nieva
Estar en medio de ninguna parte tiene alguna ventaja. Puede seguir tu rastro fácilmente al encontrar tu habitación vacía. Sobre todo cuando nieva.
Baja corriendo las escaleras con el gesto fruncido. Coge el chambergo y la pelliza, mira la hora en su reloj para asegurarse del tiempo que llevas fuera y sale a buscarte. Con el andar decidido pero, a veces, lento. Sobre todo cuando nieva.
Hay más de cien metros desde la casa hasta los primeros árboles del bosque. Sabe dónde vas a refugiarte, o al menos, dónde has ido siempre. Seguir tus huellas en aquel claro es mucho más fácil. Sobre todo cuando nieva.
Te encontrará como siempre, junto al riachuelo congelado. Apenas encogida sobre ti misma. Tiritando y maldiciendo en voz baja tu enésimo fracaso. La respiración se hace de hielo. Sobre todo cuando nieva.
Pero hoy lo has hecho mucho mejor, te quedaste en el claro, esperaste a que se borraran los vestigios de tu paso e hiciste en la nieve un agujero. Refugiada en él es más fácil pasar desapercibida. Sobre todo cuando nieva y esperas que siga nevando.
Jesús, ese final abierto le concede diferentes lecturas. Su ritmo nos lleva junto al personaje y nos adentra en la historia. Suerte y saludos
Gracias, en realidad la intención es dejar a interpretación del lector sobre todo el motivo por la que una y otra vez intenta escapar.
Pd. Agradezco el nuevo formato web en el que nos permiten contestar a quienes no disponemos de blog.