56. Resignado (Aurora Rapún Mombiela)
Llegó tarde a todo, todas las veces. Lo contrataron en la imprenta de su padre cuando los tipos móviles daban los últimos coletazos y los dedos seccionados eran observados con extrañeza por el resto de la sociedad. Se presentó en la casa de los que él ya imaginaba como sus futuros suegros unos minutos después de que aquel otro le pusiera un diamante en el dedo a la mujer de sus sueños. Empezó a hacerse pis en la cama cuando las canas poblaron su barba, como si fuera hacia detrás en vez de hacia delante. Y el día en que al fin iba a llegar a tiempo a algo, el tren de alta velocidad que calculaba sus trayectos con precisión de relojería suiza se retrasó por primera vez en diez años. Aún esperó un rato más tumbado sobre las vías, pero acabó sintiéndose ridículo. Mientras volvía a casa, quiso borrar las despedidas que había dejado programadas en todas las redes sociales, pero ya habían sido publicadas. Pensó, con resignación, que también iba a llegar tarde a su propio entierro.
Ay, que ternurica me da este personaje que siempre llega tarde a las cosas importantes de la vida (y de la muerte). Espero que a partir de ahora le vaya mejor…
Un abrazo y suerte.
Pobre hombre, ¿verdad? Él lo intenta, pero le sale mal. Por lo menos, se ha salvado de morir, de momento. Un abrazo fuerte, Rosalía.
Quién sabe lo que es mejor. Puede que todos estos retrasos le hayan salvado de algo peor, como de un trabajo que tal vez no le gustaba, de una futura compañera con la que habría sido infeliz y, por supuesto, de una muerte cierta bajo el peso de un tren. Puede que su momento aún no haya llegado, pero cuando suceda, seguro que todo lo bueno que la vida le debe le vendrá junto.
Un abrazo y suerte, para este personaje que cae bien, como igualmente, para tu relato.
Puede ser que ese problema suyo de llegar tarde a todas partes le depare algo maravilloso algún día… ¡Así se lo deseo! Un abrazo fuerte, Ángel.
¿Cómo es eso de «buena suerte, mala suerte»? Seguramente, como bien dice nuestro querido Ángel, todos esos retrasos han ido conduciendo a tu personaje por una senda que, de otra manera, quizás le habría hecho más desgraciado, nunca se sabe. De momento, se ha salvado del tren, que no es poco.
Un abrazo, Aurora.
El destino de este pobre hombre es incierto. Le deseamos lo mejor en este camino accidentado. Un abrazo fuerte, Ana María.
Me gusta mucho tu relato, es muy tierno y ha despertado en mí mucha empatía, supongo que todxs hemos tenido alguna vez esa sensación de la oportunidad perdida para siempre… Enhorabuena
Muchas gracias por tus palabras, Sara. El pobre hombre intenta llegar, pero es que siempre hay algo que le impide hacerlo a tiempo. Ya veremos si, al menos, llega a morir algún día… Quién sabe, quizá le espere la inmortalidad.Un abrazo fuerte.
Jaja, buena apuesta con humor negro y un pobre hombre al que la vida lo ha creado con retraso. A este los cambios de hora deben volverlo tarumba. Por lo demás, parece que una ley de Murphy muy personalizada lo ha envuelto de por vida. Tranquilo hombre ya le llegará su hora, aunque sea con retraso. Suerte, Aurora
El humor siempre por delante, Manuel. Aunque el pobre hombre ha intentado acabar con su vida, quizá haya algo que lo impulsa a seguir adelante. Puede ser que algo insólito le esté esperando a la vuelta de la esquina. Espero que llegue a tiempo de descubrirlo. Un abrazo fuerte.
Un relato original Aurora. Dice ingeniosamente Montesinos, que la ley de Murphy ha envuelto a tu personaje, jaja..
Nos leemos
Sí, pobre resignado mío. Ojalá sepa salir de ese envoltorio algún día. Lo estamos deseando. Un abrazo fuerte.
Me gusta. Es un micro fresco que te deja claro que la Pelona no lo quiere todavía y él pronto se entretiene en otros asuntos más llevaderos.
Abrazos.
Un relato divertido que me ha robado una sonrisa. Así, tan bien como lo cuentas, nos da «penuqui».
Un personaje entrañable que puede dar para muchas historias.
Me ha gustado Aurora.
Un abrazo
Puedo comprender al personaje. Yo misma he tenido la sensación de llegar tarde a muchas cosas y la verdad es que resulta muy frustrante. Saludos!