78. Bajo un manto de estrellas (Jesús Navarro Lahera)
A las doce en punto de la noche, como cada uno de noviembre, fue a la tumba de su amada. Apretó los dientes mientras empujaba la losa, y luego, de rodillas, alzó la tapa del ataúd y le peinó los cabellos. Con mucho cuidado, la incorporó hasta dejarla primero sentada, y después le pasó el brazo por la cintura y la levantó por completo. A continuación, los dos comenzaron a danzar entre las lápidas al son del ulular de los búhos. Los cipreses, al ser movidos por el viento, les marcaron el ritmo. Él giraba sin apartar los ojos de ella, que sonreía a la vez que ondeaba el vuelo de su falda. De pronto ambos se quedaron quietos, y con el cielo como único testigo unieron en un beso sus bocas descarnadas.
Una trama con todos los ingredientes para el encuentro de una pareja, aunque la suma de la hora bruja de las doce de la noche y el cementerio no sea lo mismo que pasear por un parque a la luz del día.
Sabemos desde el principio que ella es un cadáver, lo que no imaginamos es que él también, será por eso que no le importa que su amada esté en los huesos; siguen siendo almas gemelas, igual que en vida, pero también cuerpos gemelos, o en sentido espiritual, un solo cuerpo, solo que en descomposición. La última palabra, ese adjetivo, es definitivo y aclaratorio.
Una historia con componente gótico y terrorífico, aunque también romántico, con el mensaje de que si es verdadero el amor todo lo vence, hasta la inevitable muerte.
Un abrazo, suerte, bienvenido y encantado de leerte siempre, Jesús
Muchísimas gracias por tu maravilloso comentario, querido Ángel. Me ha encantado cómo desgranas el micro, y sobre todo esa reflexión a la unión de los amantes en un solo cuerpo. Emocionan tus palabras. Un abrazo enorme
Muy buen giro final, Jesús. Y un relato visual que mantiene suspense. Mucha suerte con él. Bienvenido eNTeciano. Un abrazo.
Muchas gracias, querido Pablo. Me alegra mucho saber que te ha gustado el giro final, y estoy muy contento estar entre vosotros. Un abrazo
Buena Jesús, buen estreno , bienvenido. Una inmortalidad de los amantes donde me ha parecido ver a un D.Juan que vuelve en su noche a por su amante. Quizás una versión de aquellos lodos, o al menos me gustó verlo así. Un D.Juan que parce más amoroso y menos ruín dispuesto a estar cerca de ella al menos cada 1 de noviembre. Abrazos y suerte
Muchas gracias, Manuel. Me alegro de que te haya gustado el micro. La visión de Don Juan me gusta, aunque en este caso era más un amante que visita a su amada para bailar una vez al año, y acude a esa cita aun estando ambos muertos. Un abrazo
Bienvenido, Jesús. A todo lo que te han dicho añado que no podía dejar de pensar en Tim Burton y su novia cadáver. Te ha quedado un micro muy chulo.
Un abrazo y suerte.
Muy buenas, Rosalía. Un placer estar por aquí. Me alegra conocer esa versión que has visto de la película de Tim Burton. Creo que yo también tenía en mente esa imagen al crear el baile final de los amantes cadáveres. Un abrazo