Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

45. Junto al árbol de la marula

Con el recipiente de barro al hombro, Nina se dirige a buscar agua al pozo. Mientras camina siente la tierra caliente bajo sus pies desnudos, de fondo escucha los sonidos repetitivos del tambor de Alfo, el curandero. Ella sabe que hoy es el día que con tanto temor espera. Lo supo por Talana, su hermana mayor, «que tenía que purificarse, que si no la rechazarían en la aldea y no podría casarse ni tener hijos. El dolor lo calmarían los ungüentos ».

Por el camino se cruza con Abul, su mejor amigo también de once años, que la mira de reojo sin atreverse a decirle nada. Hoy no irán a la charca ni jugarán al babel.

Junto al árbol de la marula está el pozo. Nina se acerca, deja la vasija en la tierra y mira al cielo. Aquella bandada de pájaros presagia tormenta.

Cuando se sube a la vasija ve su pequeño rostro reflejado en el agua. Aquel pozo empieza a parecerle su salvación. Atraída por un fuerte magnetismo se deja caer en busca de su libertad.

13 Responses

  1. Pilar C.

    Por algún motivo no escribí una palabra en el relato. Se trata de la palabra ungüento «El dolor lo calmarían los ungüentos»
    Un despiste je,je…

    1. Rafa Heredero

      Hola, Pilar. Puedes hacer la corrección tú misma antes del fin de la convocatoria. Luego das a actualizar y se arregla el despiste.

  2. Ángel Saiz Mora

    No alcanzo a saber con exactitud en qué consiste ese rito, puede referirse a la cruel ablación; sí puede sentirse que se trata de un cambio de vida definitivo y np a mejor, de la pérdida de la inocencia y los sueños, de ahí ese deseo de escapar de tu protagonista, huir de esas normas rígidas que sabe que van a aprisionarla.
    Un relato diferente, en el que la última palabra: «libertad», es clave.
    Un saludo y suerte, Pilar

  3. Pilar.C

    «El dolor lo calmarían los ungüentos» es una frase clave que precisamente no apareció completa al subir el relato. Luego lo pude corregir.
    Me parece tan tremendo este rito que he querido ponerme en la piel de esta niña y de todas las que lo han padecido o lo padecerán. Algunas lo llevarán con resignación, otras —las más lúcidas y menos dóciles— lo sufrirán física y mentalmente.
    En este caso Nina optó por «bajar el telón».
    Muchas gracias Ángel por tu tiempo y por comentar.
    Un abrazo

  4. Rosalía Guerrero

    Pilar, qué realidad más terrible describes en tu relato. Y lo haces con la empatía y la delicadeza necesarias para tratar este tema.
    No sé si la elección de bajar el telón que hace Nina es la mejor, pero puedo llegar a entenderla, más aún sabiendo las complicaciones y consecuencias físicas, emocionales y mentales que tendrá la ablación durante el resto de su vida.
    Un abrazo y suerte.

  5. Pilar.C

    Gracias Rosalía por tu tiempo y comentar. Es verdad que Nina no optó por la mejor solución, pero cuando no hay salida tienes dos opciones —y no me refiero solo a la ablación— resignarte y aceptarlo o «escapar». El pozo fue la vía de escape para Nina.
    Aprovecho para decirte que tu relato me ha encantado.
    Un abrazo

  6. ¡Qué injusta es la vida para muchos según el lugar de nacimiento!
    (bueno, la verdad es que no solo según eso, pero…)
    Nos haces ponernos en el lugar de esa niña, que decide acabar con todo cuando debería poder imaginar una vida futura llena de posibilidades. Parece mentira que sigan existiendo esas mentalidades «ancestrales» en el siglo XXI.
    Un relato apacible que retrata una realidad terrible.
    Un abrazo, Pilar.
    Carme.

  7. Pilar.C

    Gracias Carme Marí por comentar. Me alegra que hayas sabido entender lo que he querido transmitir en este relato. Es tal cual lo dices.
    Un abrazo y ¡Felices fiestas de Navidad!

Leave a Reply