94. Amantes alternos
Había seguido su rastro en la nieve durante días. La ventisca clavaba copos de nieve en mis mejillas y me impedía avanzar, poniéndose claramente de su parte. El monte la adoraba y desplegaba todo su poderío para evitar que le diera alcance. Seis meses había estado conmigo, huidiza Perséfone.
Aceleré el paso, rezando a los dioses para poder atraparla antes de que muriera el invierno. Sus huellas eran cada vez menos profundas, como si al alejarse de mí, se fuera haciendo más y más liviana.
Amaneció. Si no la encontraba pronto, estaba perdido. Con el primer rayo de sol brotaron pequeños arroyuelos, briznas de hierba asomaron aquí y allá. Corrí ladera abajo, jadeante, lanzando bocanadas de escarcha que helaban los brotes primerizos. Tenía que detenerla.
Para cuando llegué al valle, la primavera había vencido. La encontré sentada bajo un roble, esperándome. Me arrodillé a sus pies y recosté mi cabeza en su regazo. Llorando le rogué que se quedara conmigo, que no se entregara al Verano. Ella deslizó sus dedos por mi blanca cabellera y lentamente la fue derritiendo. Sus besos sabían a despedida y, gota a gota, desaparecí.
Anna, todo tiene un principio y un final; tu lo explicas muy bien. Suerte y saludos
Gracias Calamanda,
celebro que te haya gustado. Sospecho que en cuanto acabe el verano ella volverá con su amado invernal, así que más que un final es un «continuará». Ellos no lo llevan muy bien, pero ella es feliz.
Abrazos
Huidiza y casquivana esta Perséfone. Magnifica narración.
Suerte y petonets.
Bueno, ella es feliz así, seis meses con su amado Invierno y seis meses con el fogoso Verano. Ella les da la vida, pero cuando los abandona se desvanecen y quedan latentes hasta el año próximo.
Gracias mil por tu comentario.
Petonets
Extraña narración, pero a la vez tan real, el amor es así, juega con los amantes que cuanto mas se buscan, menos coinciden.
Abrazos
Muchas gracias Asun. Es nuestra maldición, desear lo que no tenemos y, en cuanto lo conseguimos, perder interés. Al menos estos tres han encontrado el modo de mantener vivo el deseo.
Un abrazo
Me ha gustado, y a a vez me ha recordado una poesía que hice similar con la noche y el día.
Abrazos
Gracias Javier. Me gustaría leer esa poesía.
Abrazos,
Gracias Ana,
os debo a todos una visita, a ver si saco un poquito de tiempo y os puedo leer con calma y comentar.
Saludos,
Muy buena la historia así como los personajes , muy bien ambientada y con la dosis apropiada de romanticismo.
Un abrazo .
Celebro que te haya gustado Puri. Muchas gracias por comentar.
Un saludo,
El irse y volver de esa Perséfone te ha inspirado un relato delicioso, Anna. Mucha suerte.
Un saludo
JM
Muchas gracias Juan M. por pasarte a comentar. Me alegro de que te haya gustado. En breve te devuelvo la visita.
Saludos,
Original y con buen ritmo. Me gustó.
Abrazos
Gracias María. Es el ritmo de las estaciones. Me alegra que te guste.
Saludos
Muy buen relato, me ha gustado esa personificación de las estaciones.
Un saludo.
Me alegra que te guste. Empecé trabajando el tema de la persecución del amante y después se me ocurrió el giro de darles la personalidad de las estaciones.
Gracias por tu comentario
Me ha gustado tu Perséfone y esa tristeza e impotencia que transmite su amante invernal, condenado a desaparecer seis meses. Preciosa la imagen cuando se derrite.
Suerte y saludos.
Muchas gracias Rafa. Es tristeza y también esperanza, en que ella volverá el año próximo.
Gracias por tu comentario.
Saludos,
¡Qué idea tan imaginativa y qué bien la has desarrollado! Muy bien ambientado este escenario en el que se mueve la siempre fugitiva Perséfone. Suerte y saludos
Gracias Juana, celebro que te haya gustado.
Saludos
Que relato más bello te ha salido, derretirse en los brazos de la amada es fantástico. Cálido, como la primavera que se avecina. Mucha suerte y besos.
Muchas gracias Raquel, justamente eso era lo que quería transmitir: una despedida dulce, en parte dolorosa pero a la vez aceptada, como algo natural.
Saludos
Anna, es bien sabido que los masajes frio-calor son tonificantes para el cuerpo, jaja. Original y precioso relato. Abrazos.
O te tonifican o por lo menos pillas un buen resfriado. Jajaja.
Muchas gracias por pasarte a comentar, Salvador.
Bueno…, es lo que tiene vivir pendiente de las estaciones. Alternos y alternan sus vidas. Suerte.
Besicos muchos.
Inviernos de mantita y chimenea, alternados con veranos de playa y hamaca. Fantástico no?
Gracias por pasarte a comentar.
Abrazos
Aunque la idea no es del todo novedosa sí me gusta el modo en que la transmites. Lo haces muy bien. Muchas suertes.
Besísimos.
Muchas gracias Barlon. Me has pillado, he bebido de la mitología para el relato de este mes. Me alegro que te haya gustado.
Gracias por el comentario.
Abrazosos