OCT95. CADENA PERPETUA, de Plácido Romero
I
Kohler observa el cuerpo inerte del director general. Ahora parece pequeño e insignificante. No cabe duda: está muerto. Unos golpes en la puerta le sacan de su ensimismamiento. Los de seguridad irrumpirán pronto en el despacho.
El mecanógrafo se coloca la pistola en la sien. Siente un golpe en la cabeza. Dolor. Después, nada.
II
Kohler despierta. Tarda unos instantes en recordar lo que ha pasado: el director general, los disparos. ¿Acaso ha sido todo un sueño?
De pronto advierte que una horrible criatura está plantada delante de él. Le gustaría echar a correr, pero algo le impide moverse. El belcebú comienza a hablar. ¿Qué clase de pesadilla es ésta?
III
Kohler entra en el despacho.
–¡Has vuelto a llegar tarde! –le ladra el director general.
A continuación le indica la montaña de papeles que tiene que mecanografiar.
Kohler tarda poco en comprender lo que está pasando.
Lo va a matar??? tal y como lo pintas casi se lo merece jajaja.
Un micro curioso Plácido muy curioso.
Algo kafkiano y surrealista pero me gusta.
Abrazos y suerte
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