102. Llegó para quedarse
La nieve era la protagonista absoluta. En la taberna, en la peluquería, en la escuela, en las cocinas de cada una de las casas del pueblo no había otro tema de conversación, que si el cambio climático, que si había que acordarse de Santa Bárbara, o eso era solo cuando tronaba, que si Estados Unidos, o China, o cualquier otro país sospechoso de querer dominar el mundo los había elegido para poner en práctica algún experimento secreto… Todo eran especulaciones, pero si los primeros copos fueron recibidos con sorpresa y regocijo, tres semanas después nadie soportaba el frío, ni se reía ya de los resbalones ni de las caídas, ni aprovechaba en la caza el rastro que dejaban los desprevenidos animales salvajes.
Lo que deseaban era que el maldito Papá Noel, o Santa Claus, o como quiera que se llame, regresase a Laponia con sus renos, su trineo y sus calcetines rojos colgados de la chimenea. Sin embargo, el anciano no parecía darse por aludido, ni siquiera cuando un conato de incendio amenazó su casa de madera. Había llegado para quedarse.
Siempre dije que la nieve es muy bonita para verla de lejos, y que soy más de los Reyes Magos. Con tu relato me entenderán un poco mejor 🙂
Ana, Miguel Angel, muchas gracias. A mí siempre me ha llamado la atención el poder del cine, de las series de televisión norteamericanas y del marketing para modificar nuestras contumbres. Y que uno de los símbolos de la Navidad tenga que ser un presonaje tan asociado a la nieve, como Papa Noel (o santa Claus),aunque sea en el trópico o en el hemisferio sur, es un claro ejemplo. Cuántos niños de esas zonas desearán que nieve en diciembre.
Un abrazo
Luisa, su buen ritmo se lee muy bien. Este Papa Noel se cansó de pasar frío. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda. Un abrazo.
Ni siquiera a Papá Noel se le perdona ser viejo…!
María Jesús, ¿realmente crees que la crítica va por la edad de Papá Noel? No era esa mi intención, desde luego. Ni tampoco por su bonhomía. Es un personaje muy entrañable. Pero, planteo la posibilidad de haya lugares en los que no se sientan identificados con él, ni con lo que representa.
Gracias por leer y comentar mi historia. Un abrazo.
Para mi, por ejemplo, no representa nada Papa Noël.
El relato me ha gustado, tiene muy buen ritmo y cuenta una historia muy creíble.
Un abrazo.
Gracias, Belén por tu comentario. Un abrazo.