16. Hogar Azul
El tiempo y avatares varios han ido dejando cicatrices, agujeros, zonas oscuras, eriales,… tanto en mi superficie como en mi interior.
Muchos han intentando conquistarme; y hasta aniquilarme, me atrevería a decir. Modelando mis imperfecciones a su antojo, han vivido obsesionados algunos.
Por más que desde pequeños se les enseña que solo estoy yo, que no hay recambio.
‘Cuidaremos de Ella’, cantaban algunos. Benditos tiempos inocentes…
Pocos lo hacen. Y así me estoy quedando, de un azul paliducho que a veces da lástima. Para otros, a pesar de todo, sigo siendo hermosa y única.
Yo no me he quedado calladita ante ciertos desatinos. He protestado de mil maneras. Aunque hacer entrar en erupción a los volcanes me sube la temperatura una barbaridad, y luego no hay quien me aguante con los sofocos. O con sequías, que cuando ven que se me desescama el terreno parece que reaccionan.
Tampoco he solucionado nada con maremotos, terremotos, epidemias varias… Me he llevado la peor parte. Hay quien no escuchará nunca mi latido.
A pesar de los pesares, los quiero a todos por igual. Aquí tienen su Hogar Azul.
Los que ya se fueron. Los que ahora están. Y los que un día llegarán.
El planeta azul es el único hogar que tenemos hasta que se descubra otro, si es que existe tal cosa. La superficie que nos sustenta también nos soporta. Somos transformadores, pero para mal, destructivos y peligrosos. Pese al daño infringido, al final la Madre Tierra no puede dejar de ejercer como tal. Nada es completo ni eterno, pero ella es lo más parecido. Siempre está ahí, dispuesta a renacer y, a pesar de que nadie la escuche, a acoger a sus criaturas más dañinas.
Un abrazo y suerte, Esperanza
Madre Tierra, muy cierto. Y qué desagradecidos somos tantas veces con ella.
Gracias Ángel 🙂
Un hogar achacoso y maltratado por sus moradores humanos. Un precioso alegato a parar la destrucción del planeta. No se puede decir más claro.
Casi sin querer me ha salido un relato ecologista, ecológico, o ‘agenda 2030’, que también podría ser.
Gracias Rosa 🙂
Qué bonito alegato a favor del único hogar que tenemos. Nos quiere como una madre, aunque no lo merecemos. De hecho, estaría mejor sin nosotros.
Un abrazo y suerte.
Pobrecita, y lo aburrida que estaría sin poder protestarnos… 🙂 Pero sí, qué poquito caso le hacemos cuando hace falta.
Gracias Rosalía ♣
Curioso relato con el planeta como protagonista y narrador. Pobre Tierra-Madre, que nos quiere a todos por igual, a pesar de todo…
Un abrazo y suerte, Espe.
Y es que una Madre es una madre 🙂
Un abrazo Antonio.
Gracias
Precioso canto al cuidado de la madre Tierra, a la fuente de todo, a la diosa olvidada. Bravo