23 Ese momento
No quería ser recordado como otro hombre que murió de pie, ese pensamiento le aterrorizaba, corría el riesgo de que lo atenazara. Lo enjauló en el fondo de su mente y se reconfortó pensando que era su deber. La adrenalina volaba por todo su cuerpo ante la posibilidad de hacer feliz a tanta gente. A su familiares, amigos, a todo un país. La ilusión de miles de personas se centraban en él. Tenía la oportunidad de pasar a la historia, de ser recordado toda la eternidad, de que su nombre pasara de boca en boca hasta el fin de los tiempos. Podía ser la gloria.
Por contra, era una obligación mayúscula y el inevitable miedo a errar le estrechó las paredes de su corazón. Podía ser el infierno.
Por delante de él pasó toda su vida, como si estuviera a punto de fallecer, pero no, aún estaba vivo, y lo iba a conseguir. Percibió el inquebrantable apoyo de su padre que le había acompañado desde el primer momento, y eso le inundó de confianza.
Miró al cielo buscando aprobación, recuperó la serenidad, corrió los cuatro metros que le separaban de la pelota y la pateó al fondo de las redes.
La gloria por la que será recordado tras un largo periodo de preparación, o el fracaso, son dos posibilidades igual de presentes, cara y cruz de una misma moneda. La suerte influye, pero la pericia adquirida no debe malograrse por un mal presagio. Ha de pensar que puede materializar ese penalti, verlo ya, incluso recrearse en él, para que pueda llegar a ser posible.
Un relato en el que la actitud mental es tanto o más importante que el entrenamiento previo.
Un saludo y suerte, Emilio
Muy bien traído el tema a la actualidad que nos inunda.
Emilio, qué adecuado para tal día como hoy. A ver si resulta profético…
Un abrazo y suerte.
Una responsabilidad excesiva: o alcanzas la gloria o bajas a los infiernos. El mundo del fútbol se nos ha ido de las manos. Lo hemos elevado a la categoría de religión y sus profetas a la de semidioses.
Estamos perdiendo el norte.
No exageras nada al entrar en la mente de este pobre jugador, un solo momento te da para un denso relato. Biten desarrollado!