26 El poso que dejan los sueños (Luisa Hurtado)
Ella ya se ha levantado, la oigo trajinar en la cocina; y yo, me quedo unos minutos más en la cama, para soñarla, para recordarla, para traer a mi memoria el modo en que cierra un poco los ojos cuando come chocolate, la explosión de su risa fresca tras un chiste que no se merece tanto, el tacto de sus dedos enredándose en mi pelo o el olor de su colonia flotando en el aire. Después con el corazón henchido y una sonrisa en mi cara, salgo de la cama, voy a su encuentro y veo en sus ojos, como he visto todos los días desde hace ya cuarenta años, que ella también me sigue soñando.
Pensaba Calderón de la Barca que “la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.” Pero tus protas lo contradicen: se siguen soñando después de toda una vida para seguir viviendo Para ellos, » el sueño es vida».
Qué bonito, Luisa!
Muy inspirador para el día a día, para mantener la magia y la ilusión en una ineludible rutina que, entre sueño y sueño, puede ser agradable en vez de gravosa. Tomo nota 😉
Muchas suerte y un abrazo.
Ya es difícil mantener esa ilusión durante tanto tiempo, más aún que sea recíproca, pero tus personajes lo han conseguido, porque no hay nada imposible, y en literatura menos.
Un abrazo y suerte, Luisa
Luisa, que preciosidad que, tras cuarenta años, sigan estando tan enamorados.
Un abrazo y suerte.
Hola, Luisa.
Ya el título me ha parecido precioso. El resto me ha encantado.
Un afectuoso saludo.
Gracias a todos. Qué majos sois!!!!
«Son aquellas pequeñas cosas» las que nos acercan a un instante de felicidad. Gracias, Luisa. Termino de leer tu micro con una sonrisa en la cara y muchos recuerdos.
Candelas
La rutina y el día a día en la convivencia con alguien no tiene que ser sinónimo de desgaste y aburrimiento. Es cierto que en la pareja hay sus más y sus menos, pero si se mantiene el deseo de seguir juntos… no hay desidias que valgan.