67. Champagne
Ricardo Figueroa reservó mesa en un prestigioso restaurante. Pidió ostras con perlas de blody mary, salpicón de carabineros con huevas de maruca y lajas de rape con espuma de aguacate. Eligió el mejor vino blanco y solicitó al maître que pusiera a enfriar una botella de Moet&Chandon. Entonces colocó un teléfono de prepago junto a los platos.
Vicenzo Castelfiori llegó al aeropuerto procedente de Nápoles. Tomó un taxi y se dirigió a una terraza, en una avenida principal. Pidió un café, cruzó una mirada con un individuo sentado en una mesa próxima, y cuando el hombre se fue, se acercó y recogió el maletín que había dejado abandonado. Caminó hasta un hotel cercano, se registró, subió a su habitación, abrió el maletín y extrajo una nota de papel y un revolver que guardó en un bolsillo del interior de su chaqueta. Salió del hotel, esperó frente al portal indicado en la nota de papel a que llegase una persona a la que reconoció de inmediato, se acercó a ella y disparó.
Cuando Ricardo Figueroa leyó en la pantalla de su móvil las palabras “trabajo realizado”, llamó al maître y le pidió con una sonrisa que descorchara la botella de champagne.
Eso si que es celebrar a lo grande una noticia esperada y deseada antes de materializarse, sin mancharse las manos, además, el trabajo sucio para otro, él solo a celebrar, antes del asesinato encargado, y una vez consumado, todo con la misma falta de empatía y clara intención.
Original y bien contado, Manuel.
Un abrazo y suerte
Muchas gracias, Ángel. La verdad que la idea me vino enseguida, pero escribirla… ay, amigo, qué difícil es.
Uuuh! Menudo bicho, el tal Figueroa! No queda claro si va a heredar o si tan solo celebra la desaparición de un enemigo secular, pero en cualquier caso lo has pintado muy bien, frío y capaz de regodearse con la muerte de un semejante en provecho propio.
Muchas suerte y un gran abrazo, Manuel.
Muchas gracias, Ana María. Cosas del verano…
Qué bien descrito, una novela de narcos condensada en pocas líneas. El modus operandi y todos los adornos culinarios están muy bien. ¿No habrás participado en la operación? (No va en serio)
Entretenido.
Gracias, Rosa. Noooo, no he participado en la operación, pero el relato está basado en un hecho real.
Manuel, vaya micromafia has escrito. Muy visual y bien hilado. Lo malo es que has despertado mi curiosidad y ahora quiero saberlo todo sobre Figueroa.
Un abrazo y suerte.
Gracias, Rosalía. Para eso creo que habrá que esperar al siguiente reto.
Qué buena trama y qué bien contada.
Muchas gracias, Edita.