01. HOMENAJE
Los japoneses urgían con gestos a Francesco para que aligerase la explicación. El italiano llevaba años mostrando los tesoros romanos a turistas nipones, pero este grupo, de una treintena de personas, estaba resultando inusual e incómodo. Su actitud era, sorprendentemente, de prisa e inquietud por seguir avanzando, algo alejados de la corrección y la calma habituales.
Pero todo cambió al llegar frente a la obra maestra de la época de Caracalla. Aguantaron el repaso de los datos habituales sobre la obra con una sonrisa contenida, y estallaron en un ruidoso e inesperado aplauso al final de la explicación.
La mujer que había contratado la vista se acercó a Francesco y, en un inglés básico, le explicó que, en su presentación, había olvidado contar que esas Termas fueron el escenario de las pruebas de gimnasia en las Olimpiadas que se celebraron en Roma en 1960. El grupo se fue ordenando en un improvisado pasillo que finalizaba en el más anciano de ellos, Takashi, apoyado en una muleta y con un respirador portátil, vitoreado por su acompañamiento mientras lloraba sin consuelo luciendo sus 8 medallas olímpicas al cuello.
Cuando un grupo de turistas japoneses, ejemplo de disciplina y educación, se comporta de forma descortés, es porque algo ocurre, como bien intuyó el guía Francesco. Pasar de la perfección física a la decrepitud ha de ser duro, de la gloria pasada a un arrastrarse presente, con un recuerdo verdaderamente agridulce, por no decir un tanto envenenado.
Muy buena historia, tierna y posible, muy acorde con el tema propuesto, como debe ser. Y gracias por seguir adelante siempre.
Un abrazo, Juan
Juan, todo el micro es fantástico, nos va poniendo en antecedentes de que «algo pasa», pero la imagen final, con el anciano llorando con sus medallas es enternecedora. Además, muy apropiado para el acontecimiento deportivo reciente.
Un abrazo.
Me reafirmo en mi opinión, ya dejada en otro texto tuyo: es injusto que tus relatos no opten a salir en el libro. ¡Este es precioso!
Creo que refleja la saudade de una forma perfecta, enlaza un tema actual (Olimpiadas) con la historia real (además nos hace aprender -he buscado las referencias, tanto del gimnasta como del emperador romano-) y está explicado con maestría y buen ritmo.
Me encanta.
Un beso, boss.
Carme.
Graaaaacias, compis… No es una historia real, pero está basada en hechos reales… la inspiración me vino al ver a uno de los atletas que llevo la antorcha olímpica en su silla de ruedas… Y, efectivamente, Takashi se llevo unas cuantas medallas de las pruebas de gimnasia que se celebraron en las Termas en el 60… lo demás va por mi cuenta jajajajaja
(Con lo de historia real me refería al monumento de Roma -de la época de Caracalla-, que fue sede de los juegos del 60, y a las medallas de Takashi. ¡¡No era mi idea quitar mérito a tu inventiva al crear este relato tan bien hilado!!)
Si le hubieran informado al guía lo que querían hacer, la cosa hubiera ido de otra forma, aunque en ese caso no habría habido historia.
Mejor así, bien contando.
Muy buen relato para hacer boca y apropiado en todos los sentidos (temática, actualidad…)