80. Sueños de seductor (fuera de concurso)
Podría ser el caparazón de una tortuga bocabajo cuya inquilina hubiera sido devorada por hormigas de apetito insaciable. Podría ser un cuaderno de poemas que ardiera pasto de las llamas tras el desconsuelo de un escritor rechazado por un sinfín de editoriales. Podría ser Julieta abandonando la cripta compartida con Romeo después de comprobar su inmunidad a la mandrágora. Podría ser, por qué no, el carrillo de un niño encendido por una bofetada que le ha dado una mujer a la que ha tocado el culo, respondiendo a la llamada atávica de un pedazo de materia gris de cromañón que vegeta en un doblez de su cerebro. Podría ser, y esto sí sería un acto obsceno, un plato de lasaña tirado a la basura en un descuido de su madre. Podría ser Pete Townshend destrozando su Rickenbacker contra el suelo de un pequeño hotel del norte de Inglaterra. Podría ser el ladrido de los perros que traspasa las ventanas abiertas en verano y te saca de tus sueños para que apagues tu sed con la leche que dormita en la nevera. Podría ser la última vez que la ves pasar de largo sin decirle lo que sientes. Podría ser.
Todo podría ser, porque todo cambia en un segundo. Realizar una acción, por nimia que parezca, o dejar de hacerla, puede tener grandes consecuencias que después delimitarán el porvenir de una persona, de más de una, o del mundo entero. Tu protagonista sabe bien que si comunica sus sentimientos a cierta muchacha puede ser que se le abra el cielo si es correspondido, o que caiga en el peor de los abismos en caso de rechazo.
Imaginativa y muy variada descripción de posibilidades, con homenaje en el título y en la esencia a un divertido Woody Allen tímido y falto de confianza (como siempre), a pesar de los buenos consejos de Humphrey Bogart.
Gracias por estos minutos de buena literatura, Juancho.
Un abrazo
Podría ser elegido entre los muy buenos si no estuviera fuera de concurso. Podría ser.
Qué cantidad de imágenes en tan poco espacio! Hacen falta varias lecturas (y calmadas) para asimilarlas todas y componer ese puzzle que nos ofreces, Juancho. Gracias por compartirlo y un besazo.
Ah! Y no dejes que tu protagonista la deje pasar de largo esta vez 😉
Una sucesión de catástrofes, en la que la peor, sin duda, es la última: no decirle lo que siente. Un micro muy original, una lástima que esté fuera de concurso.
Un abrazo y suerte.