23. Laraje
En el aparador de casa hay una botella de cristal tallado. Dentro, flotan en licor unas guindas oscurecidas por el tiempo pasado. Abro el tapón y aspiro. Entonces aparece mi abuela, con su mandilón de cuerpo entero, trajinando en la cocina. Ella hizo ese licor con caña de Holanda, azúcar y guindas, y en el fondo se le quedaron las fiestas del patrón en la aldea, los niños jugando en la huerta, las partidas de domingo, la bizcochada, la luz del sobrado, las nabizas y las excursiones en lancha a Mugardos. Solo yo sé que tengo una máquina del tiempo.
¡Cuantas cosas caben en una botella! Media vida. El poder evocador de los objetos. La añoranza de una etapa ya cerrada. Muy bonito Elvira. Suerte
Yo también tengo licor de guindas. Cuando quedan más guindas que licor, hago con ellas bombones rellenos. Y paso por Laraxe frecuentemente para visitar y cuidar a mi suegra, la hacedora del licor. También le sale estupenda la bizcochada. Me suena tu micro totalmente cercano. Suerte.
Los objetos, testigos, como nosotros, de momentos placenteros, ayudan e incitan a rememorar. Esa botella, para cualquiera, no tendría muchp valor, pero para tu protagonista es un tesoro.
Un relato evocador, que apela al sentimiento.
Un saludo y suerte, Elvira
Elvira, qué bonita máquina del tiempo. Leí una vez que el sentido que tiene más memoria es el olfato. No sé si es cierto, pero desde luego hay olores que te llevan de vuelta al pasado.
Un abrazo y suerte.
Proust necesitó siete novelas para recuperar el tiempo perdido a través del olor de una magdalena mojada en el té. A ti te basta con un micro cuya evocación surge de una botella de licor. Menos es más, bien lo sabes. Enhorabuena y suerte.
Imagen brutal, y cercana, la de guardar el tiempo y los recuerdos en una botella. Un micro excelente. Enhorabuena.