Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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61. El encargado

Cuando los obreros se cambian en la caseta, él  ya está en la obra. Indica a los camioneros que descargan materiales y  distribuye las tareas, aunque los hombres apenas le escuchan con el ruido de la hormigonera.
Atiende a una pareja que viene a ver los pisos.
-Puerta de roble  americano, suelos de caoba de Madagascar y regalamos el microondas -explica orgulloso. Todos van al bar de la esquina, pero él come en un banco cerca de la obra. Acaba un bocadillo con demasiado pan y se sirve otro vaso de vino, maldiciendo el abrefácil del brick. Entonces  recuerda cuando  en su vida todo estaba por construir. Siente el sol calentándole la espalda a través de la camiseta de tirantes, y la ilusión por abrir la fiambrera para descubrir que había puesto la Paca. Siguiendo el hilo del tiempo perdído, encuentra el olor del pelo de los chicos al darles el beso de buenas noches.

La inauguración es un  momento agridulce. El orgullo de ver terminado el edificio se mezcla con una sensación de vacío, de pérdida. Cuando empiezan los discursos el jubilado se aleja arrastrando los pies, buscando otra obra para ocupar su vida los próximos meses.

6 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Cuando contemplamos esa imagen típica del jubilado contemplando una obra en la calle se nos viene a la cabeza lo que hay detrás: un ocio no buscado, una vida en su recta final y sin verdaderos alicientes, en la que todo es pasado. Con tu protagonista nadie cuenta y lo sabe, por mucho que trate de engañarse, pero todos necesitamos aferrarnos a algo, aunque sea un espejismo.
    Un abrazo y suerte, Lucas.

    1. Lucas Romano

      Alberto, gracias por leerlo y por tu comentario. Siempre me dieron ternura los abuelos de las obras, me recuerdan a niños a los que no dejaran jugar. Abrazo.

  2. Rosalía Guerrero

    Me sorprende la gente que no tiene ganas de jubilarse. Entiendo que han construido su vida en torno al trabajo y cuesta desaprender lo aprendido. Pero es que, ¡hay tantas cosas por hacer, para las que apenas tenemos tiempo!
    Yo apoyo lo de las bibliotecas y las presentaciones de entecianos. Por ejemplo.
    Un abrazo y suerte.

    1. Lucas Romano

      Rosalía, imagina tener tiempo para leer todos los libros que no pudiste o viajar a todos los sitios que te apetezca. El tiempo es el verdadero lujo. Gracias siempre por leerlo.

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