63. Saudade. 2014
Anónima
Lágrima sobre papel
A mi cerebro le gusta abrir los cuartos más oscuros de mi alma en los días lluviosos de otoño. Sin embargo hoy, a pesar de la lluvia, cuando he cogido el viejo álbum de fotos y acariciado sus hojas de papel, ha entrado por la ventana el sol de un día luminoso de verano en el que tres niños corretean por la casa llenando el aire con sus risas. Acaricio sus siluetas y me pregunto por qué renuncié a aquellos momentos, por qué no luché más, por qué me fui. Y de pronto todo se oscurece. ¡Cómo olvidar por qué huí! Pudieron más los gritos, el miedo y las amenazas.
Me sirvo otra copa de vino y pienso que quien inventó los álbumes de fotos modernos con su cubierta de plástico en cada hoja sabía bien del poder destructor de las lágrimas sobre el papel.
Una infancia dichosa truncada por el miedo. Un recuerdo grato mientras duró, quebrado por un giro brusco de mera supervivencia, de huida de algún tipo de violencia, es posible que paterna. El plástico que recubre las páginas de los álbumes de fotos preserva las imágenes del polvo, pero también de las lágrimas, que amenazan con convertir las fotografías en papel mojado.
«Lágrima sobre papel» es un apunte evocador, que resume nuy bien el relato y se ajusta al tema propuesto, que bien podría, además, funcionar como título de una buena novela.
Un abrazo y suerte, Nieves
Muchas gracias, Ángel. Como siempre es un placer leer tus comentarios. En mi mente ella es la madre de esos niños, a los que abandonó huyendo del maltrato, pero tu lectura también tiene sentido. Ya sabes que lo bueno de los micros es que terminan de escribirse en la mente del lector. Un abrazo.
Hola Nieves:
Tú relato muestra de forma genial esa dualidad que poseen los recuerdos. En las fotos siempre aparece lo bueno, de un modo a veces engañoso, a veces difuso. Pero lo que más me ha llamado de tu relato es cómo centras la atención en esas lágrimas, y en ese plástico protector que evita que presente y pasado se unan, agua y celulosa, en una pasta difícil de digerir.
Un placer leerte, como siempre compañera.
Abrazos
Nieves, es un micro muy evocador, todos volvemos a vivir los momentos que nos muestran las imágenes. Y también las cosas terribles que no vemos pero sabemos que están ahí.
Muy visual el paralelismo entre plástico y papel, y las lágrimas cayendo sobre ellos.
Un abrazo y suerte.