67. Misión imposible
Se sientan la una frente al otro y abren la caja de su particular puzzle. Cansados de intentarlo, deciden que esta será la última vez.
Como siempre, empiezan por el borde y desde ahí hacia el centro. Esta parte la hacen de carrerilla: sus primeras citas, sus primeras veces, sus primeros viajes, la mudanza a su diminuto piso, las noches de ron y sexo, la despreocupación… se miran con ternura mientras las piezas se deslizan entre sus dedos, acoplándose a la perfección
Ahora el rompecabezas se complica: hay que encajar los abortos, la desesperación, las inseminaciones fallidas, los créditos bancarios, las discusiones, el embarazo de riesgo, el nacimiento de los gemelos, las noches sin dormir, la dificultad de llegar a fin de mes… Después de forzar varias fichas, consiguen avanzar.
Y así, llegan a la última sección, donde siempre se atascan: el ascenso de él, sus continuos viajes, la distancia entre ambos, especialmente en la cama, las copas de más de ella y, finalmente, las infidelidades.
Prueban de todas las formas imaginables. Intercambian y combinan piezas hasta que, agotados, lo aceptan: es un puzzle imposible.
Se levantan, lloran, se abrazan, y él hace las maletas y se va.
Haa hecho un paralelismo literarii formidable entre la relación de una pareja, desde sus inicios felices, hasta alcanzara un punto en el qee, por muchas vueltas que quieran darle, nada encaja, con un claro contraste entre los tiempos felices y la evolución negativa en la que se ha convertido el presente entre ellos.
Un abrazo y suerte, Sara
(Disculpa las erratas, Sara. He escrito con el móvil y se ve quw cada día veo peor).
Ahí va otro abrazo
Muchas gracias Ángel, me alegra haber conseguido que se entendiera la analogía. Y no te preocupes por las erratas, me pasa igual! Dos abrazos de vuelta para ti!
Ay, Sara, tu micro es una joyita, con el puzzle como metáfora de la vida en común. Es mágico, a vez que realista, me he visto reflejada en varios momentos. Tu pareja intenta completar el puzzle, por todo lo vivido juntos, pero acaban aceptando lo inevitable. El final es conmovedor,cuando deciden que lo mejor es quedarse con los buenos momentos compartidos y seguir cada uno por su camino. Redondo.
Un abrazo y suerte.
Muchísimas gracias Rosalía por tu comentario tan alentador! A esta pareja no le encajan las piezas de ninguna manera, así que mejor separarse y empezar un nuevo puzzle por separado. Te mando un abrazo de vuelta!
A mí, que me encanta hacer puzzles, me ha parecido que encajas muy bien todas las piezas de este micro, y que el relato de esa vida en común tan realista, dulce al principio y con un final un tanto amargo pero inevitable, queda reflejado a la perfección. Además, no le falta de nada.
Bravo Sara! Un abrazo y mucha suerte.
Muchísimas gracias Ana María, yo también soy aficionada a los puzzles, todos los veranos hacemos uno, ya es una tradición. De hecho se me ocurrió el micro este verano haciendo uno, jeje. Un abrazo para tí también!
Hola Sara:
Me ha gustado mucho ese nuevo intento de la pareja, con la metáfora del puzzle. Al menos lo han intentado, pero a veces, las cosas no funcionan. Tú relato sí. Enhorabuena y un abrazo
Muchas gracias, Alberto, me alegra un montón que te haya gustado. Por cierto, creo que eres tú con quien compartí la confusión de este verano en la Semana 3 de Relatos con Banda Sonora, ¿verdad? Muchas felicidades, tu micro era buenísimo!! Un abrazo!!!