CUNCA 2024 R1 E11
ELISA DE ARMAS
RUFINO GARCÍA
Los dos participantes señalados arriba tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 105 palabras (sin contar el título) antes de las 20 horas (hora peninsular) del JUEVES 7 DE NOVIEMBRE cumpliendo las 2 condiciones que se señalan abajo.
CONDICIÓN 1:FOTOGRAFÍA DE ARZÚA
Esta fotografía corresponde a la estatua homenaje a los emigrantes erigida en el parque a finales del siglo pasado. En su origen era una fuente.
No os pedimos que este lugar forme parte del relato (o sí, si lo consideráis interesante), y el tema será libre en esta ocasión, pero queremos que utilicéis la imagen o cualquiera de sus elementos como inspiración para vuestro relato.
CONDICIÓN 2: EL TITULO con «A………A»
Como ocurre en el topónimo ArzúA, el relato deberá tener un título cuya primera y última letras sean la A (indistintamente del número de palabras que tenga) .
Consultadnos cualquier duda que os pueda surgir.
Y RECORDAAAAD
Revisad bien el texto antes de publicarlo porque,
una vez hecho,
NO habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de los dos relatos participantes abriremos el enlace a un formulario para la Votación Popular (solo se admiten participantes de la CUNCA) que permanecerá abierto hasta el viernes 8 DE NOVIEMBRE a las 20 horas.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
ENLACE A LA VOTACIÓN POPULAR (CERRADO)
AMADA MIA
– Cuando inauguraron esta estatua, pusieron también una fuente. Aquí conocí a vuestra madre. Recuerdo que de aquella la pretendía también un tal Manuel, un tipo que no me caía particularmente bien y con el que discutí en más de una ocasión. Fue justo aquí mismo donde tuvimos nuestro último enfrentamiento. Vuestra madre al final se decidió por mí y el resto ya os lo podéis imaginar, al poco nos casamos y aquí estáis vosotras.
-Papa, ¿y la fuente?
– Un día apareció llena de tierra, y, como ya tenía muchas fugas, así la dejaron.
– ¿Y qué fue de ese tal Manuel?
– Emigro.