CUNCA 2024 R1 E16
RAFAEL LOSCERTALES
MIGUEL ÁNGEL CEJUDO
Los dos participantes señalados arriba tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 105 palabras (sin contar el título) antes de las 20 horas (hora peninsular) del JUEVES 7 DE NOVIEMBRE cumpliendo las 2 condiciones que se señalan abajo.
CONDICIÓN 1:FOTOGRAFÍA DE ARZÚA
Esta fotografía corresponde al «Muro das Estrelas o Muro dos Luceiros” en el que cada noche de San Juan se añade una placa con el nombre y origen del último peregrino llegado en esa jornada y que representará a todos los que hayan pasado por Arzúa.
No os pedimos que este lugar forme parte del relato (o sí, si lo consideráis interesante), y el tema será libre en esta ocasión, pero queremos que utilicéis la imagen o cualquiera de sus elementos como inspiración para vuestro relato.
CONDICIÓN 2: EL TITULO con «A………A»
Como ocurre en el topónimo ArzúA, el relato deberá tener un título cuya primera y última letras sean la A (indistintamente del número de palabras que tenga) .
Consultadnos cualquier duda que os pueda surgir.
Y RECORDAAAAD
Revisad bien el texto antes de publicarlo porque,
una vez hecho,
NO habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de los dos relatos participantes abriremos el enlace a un formulario para la Votación Popular (solo se admiten participantes de la CUNCA) que permanecerá abierto hasta el viernes 8 DE NOVIEMBRE a las 20 horas.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
AL ALBA
Tras la tormenta no vino la calma en aquel pueblo convertido en un lodazal. Cuando los vecinos pudieron salir de sus casas, constataron abrumados el alcance del cataclismo. Los lamentos dieron paso a la indignación porque sospecharon que el sheriff había huido con su familia. “¡Nos ha abandonado!” gritaban los más encolerizados, dirigiéndose armados hacia los restos de su vivienda. Desde allí vieron como se acercaba un hombre enfangado con una niña inerte en sus brazos y gritando “¡No encuentro a mi mujer!”. Entonces alguien exclamó “¡Es el sheriff!” cuando vio la estrella de cinco puntas que se adivinaba sobre su pecho.
AQUELLA ESTRELLA
¿La ves? Allí. En la izquierda. La quinta desde la farola. Esa es la mía. Ya no brilla tanto. Fue después de mi tercera película. Qué tiempos. No podía salir a la calle. Siempre rodeado de fans y fotógrafos. Gritos, persecuciones, proposiciones… La mayoría indecentes, claro. Ahora nadie se para. La miran, se encogen de hombros y continúan hacia la siguiente. Como si nunca hubiera existido. Hace poco tuve que echar a un melenudo que la tapó con la funda de su guitarra. Malditos cantantes. Pero ahí sigue, aunque nadie se pare, aunque yo desaparezca, aunque no eches en mi lata una moneda.