42. BURBUJAS DE VIDA
Mientras la veía «organizar» la maleta, yo pensaba que no se podía ser más desastre, en su vida todo iba muy deprisa y querer estar en todos sitios no ayudaba a ubicar ni siquiera los pensamientos, todo en ella era un batiburrillo de ideas, unas más saludables que otras.
Era el último día para recoger el pasaporte y daba tantas vueltas alrededor de la habitación que unas veces había perdido los billetes y otras los zapatos….Yo entendería que estuviera nerviosa porque era la primera vez que iba de crucero pero el ir y venir antes de salir de casa pensando en la vestimenta , el peinado, las llaves…era tan usual como desesperante.
Después de toda suerte de accesorios, algunos bastante estrambóticos, por fin cerró el equipaje colocando con esmero un vestido lencero blanco.
Me llegan fotos al WhatsApp y allí está ella, su lencero blanco con dos collares tipo hawaiano para la fiesta ibicenca del barco, su lencero blanco y un broche tipo fíbula en la colina del Partenón, su lencero blanco con una blazer plateada, unos taconazos de infarto y un brazalete con forma de serpiente para la cena del capitán…pudo ser un caos, pero era una belleza.