22. Mariposas nocturnas
En un oscuro café del centro, un hombre y una mujer acaban de sentarse en la esquina de la barra del bar. La mujer lo observa con curiosidad. El ventilador gruñe en lo alto.
El hombre se despliega en su propia exposición. Pareciera que teje una tela con sus palabras. Se explica a sí mismo desde los orígenes, muestra los mapas de su itinerario vital: detalles de la infancia, viajes y servicio militar. Utiliza aumentativos para realzar sus hazañas, diminutivos para disimular sus errores. Dibuja su perfil con precisión.Inocentemente se entrega a la meticulosa exhibición de sus vísceras, la piel transparente, los ojos brillantes.
Suenan las doce de la noche, el calor sigue siendo pegajoso.
La mujer lo empieza a observar con la mirada aburrida de un entomólogo que acaba de tropezarse otra vez con una especie de lo más vulgar, un insecto enredado bajo la crisálida que él mismo ha urdido.
Mira el reloj, otro ciclo se ha completado. Se levanta y lo abandona en su metamorfosis inversa de mariposa a oruga.
El aire caliente entretenido por el ventilador contempla la escena.
La palabra puede ser un adorno, un disfraz o un señuelo, y la palabrería es una careta, solo eso. Muy curioso el decorado y los personajes.
Un saludo
JM
Me ha gustado esa metamorfosis inversa. Un gusano más aparentando ser una extraordinaria mariposa. Buen ojo de entomóloga para no caer en su trampa. El calor asfixiante que delata ese ventilador en la noche me parece muy adecuado para acompañar la desgana de la mujer. Suerte, Paz
Respondo aquí porque creo que es un comentario muy visual de tu relato que atrapa como una telaraña a una mariposa.
Gracias, Juan , Eva y Ana por vuestros comentarios. Hay veces que los disfraces que nos ponemos no engañan a nadie, y menos si se trata de una experta entomóloga. El pobre, si, que lástima.
Patético gusano en mariposeo nocturno. Se llaman «fanfarrones» y haberlos halos. Curiosa descripción del lugar. Me gusta.
A veces abrir la boca hace desaparecer la magia. Buena metáfora y micro. Saludos
Metáfora genial. Muy bueno, Paz.
Gracias por ser tan generosos en vuestros comentarios Lorenzo , Andrea , David y Concha. Y por llamar «metáfora» a la transcripción de lo que me pareció ver una vez por el rabillo del ojo.La realidad está llena de metáforas, por suerte o por desgracia.
Pues muchísimas gracias por tu valoración , «J», me halaga mucho lo que dices. ¡Buenas tardes!
Nos has descrito muy bien una escena clásica con las palabras precisas, envueltas en una metáfora, que revelan los dos comportamientos de los protagonistas. Mucha mariposa nocturna me parece para él. Tú relato sí que está visto con mirada de entomólogo.
Suerte y saludos.
Rafa, te he de hacer una confesión: soy bióloga. Será por eso lo de ver metamorfosis de insectos hasta en los bares jaja. ¡Saludos de vuelta!
Me gusta tu versión de máscaras, o disfraces en la seducción. El uso del presente lo hace muy ágily muy buena la metamorfosis inversa, es que ya lo dice el dicho más vale callarse y parecer tonto que hablar y disipar toda duda.
Abrazos y hasta pronto
Gracias Mel. Sí, la próxima vez nos vemos en persona ( y sin máscaras)
Un anticipo de abrazo
Cuando lo estaba leyendo, Paz, me imaginé a una mantis religiosa, moviendo las patas delanteras antes de comérselo. Pero con tu final lo dejas ahí, enredado en su verborrea. Muy bueno.
Un beso
Buena imagen la de la mantis. El pobre, sin saberlo fue a dar con una conocedora de las conductas humanas que además no tenía piedad. Saludos agradecidos.
Muy visual tu relato, se siente ese calor y se ve perefectamente esa escena, que suele ser muy habitual en la realidad. Me gusta mucho como describes al tipo y como lo ve ella.
Mucha suerte, Paz
Besitos
Gracias, Elysa!!
Un placer el haberte leído y releído. Enhorabuena
Enhorabuena, Paz. Un relato que nos habla de las soledades que vagan la noche de calima, en busca de otras soledades.
Tendré que darte las gracias a ti , Nieves , por haberte «seducido» con mi relato. Y a tí Javier, por estar siempre ahí . Besotes