65. Predestinado (Josep Maria Arnau)
Estaba esperando en la cola, sería el siguiente. James, que iba delante de él, llevaba en la mano el sobre que contenía la cartulina y ya subía las escaleras hacia el escenario.
Hoy sabría su destino. Solo tenía que leer la cartulina y seguidamente decir su nombre.
Se miró los pies y observó con orgullo sus membranas interdigitales. Avanzó con paso firme hacia las escaleras. Se aseó su tupé cada vez más prominente y, mientras lo hacía, escuchó a su compañero:
―Agente secreto. Me llamo Bond, James Bond.
Subió decidido, era la hora de la verdad.
―Presidente de los Estados Unidos ―leyó en la cartulina―. Me llamo Donald, Pato Donald ―concluyó sonriente.
Pato Donald, de apellido Trump, ¿no?
Un punto tu relato, está claro que a ese presidente lo han sacado de una tómbola de los horrores.
No sé si predestinado o no, pero estuvo y estará, porque muchos le han votado, aunque algunos no lo entendamos.
Cuando algo que no agrada va a suceder sin remedio, es mejor tomarlo con humor, todo un signo de inteligencia.
Un abrazo grande, suerte con este divertido relato y que termines muy bien el año, Josep Maria.