52. @CaballeroHidalgo
En un lugar de las redes, de cuyo nombre no quiero acordarme, conocí a @DonDeLaPalabra. Aseguraba que se estaba perdiendo el cortejo. Que los hombres se estaban embruteciendo. Que llegaría el día que no se entendieran con las mujeres de bien y que estaba en peligro el futuro de nuestra civilización. Hablaba de zagales, bausanes, catervas. Me prendí de su bagaje cultural. Lo aprendí todo de él. Desde entonces, lidiaba a su lado contra bichicomes inflados de testosterona. Y conocí a @SeñoritaPiparra, toda picardía y sensualidad. Sus citas picantonas acompañaban fotos de su cuerpo trabajado con sudor. Y para sudores los que yo padecía cuando los groseros mamelucos las comentaban. Entonces, armado de paciencia, me las veía con ellos para defender su honor. Hasta que, agotado por la desmesura de las hordas contra mi persona, contacté con ella con el mayor de los respetos. Le confesé que mi corazón le pertenecía, que no podía seguir publicando esas cosas. Debía pensar en mí. Me llamó fucking freaky y me dijo que no la stalkeara más. Después me bloqueó. Profundamente herido por no entender sus palabras, abrí otra cuenta y, ahora, sigo luchando por su honra hasta que descubra que me quiere.
Que bien mezclada la actualidad con la mesura de un caballero como los de antes. Las redes frente a las tradiciones del pasado. Y que bien parado ha salido este relato del enfrentamiento entre el «antes de ayer» y el ahora. ¡Enhorabuena por esta versión del Quijote del siglo XXI!.
Ejercer de caballero andante no es fácil en ninguna época. La incomprensión está asegurada, porque nadie comprende el altruismo y la generosidad, ni que alguien se empeñe en que una dama haya de ser una respetable doncella, con la esperanza de que se enamore de un hombre atípico y único, de noble y entregado proceder.
Un relato actual con el espíritu del Quijote, inquebrantable siempre.
Un abrazo y suerte, Nuria.