Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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VERANO CALENTITO 1: AMOR PROPIO

 

COMENZAMOS NUESTRO CONCURSO

ESTE VERANO… MÓJATE, ENTECIANO

 

Os recordamos que esta convocatoria es EXCLUSIVA para las “PAREJAS ANÓNIMAS” que se han inscrito previamente en el concurso durante el mes de junio.

Ya tenemos las parejas preparadas y una lista de 40 participantes, 20 parejas, que van a hacer todo lo posible por mantenerse fresquitos durante todo el verano… un reto, sin duda.

Pues atentas, atentos, porque comienza este concurso que consta de 4 propuestas en periodos quincenales que irán aumentando… en el número de sus protagonistas. Esta es la primera de ellas. Una propuesta sencilla para que disfrutéis escribiendo en la placidez del verano.

 

Y estas son las

CONDICIONES

que tendrá que cumplir el relato de esta primera ronda.

Todos los relatos de nuestra convocatorias tendrán que tener un máximo de 102 palabras… 102 es nuestro límite. Sin contar el título.

Y ya os lo adelantábamos, habrá que empezar por el … uno

 

VERANO CALENTITO 1: AMOR PROPIO

La CONDICIÓN PRINCIPAL es que el relato busque el erotismo que gire en torno a la autosatisfacción sexual, el onanismo, la masturbación, la estimulación del cuerpo propio para procurar el placer sexual.

Pero eso no será todo, hay…

OTRAS CONDICIONES:

  1. NO SERÁ OBLIGATORIO, pero el uso del humor será siempre, además de un bonito homenaje a Epi, un valor extra a tener cuenta en caso de duda para el jurado… pero solo en caso de duda, porque, repetimos no será indispensable su uso.
  2. El personaje, en el desarrollo del relato, estará realizando el hobby más deseado de nuestro amigo Epi (según nos ha contado su familia): estará de viaje.
  3. Y EL TABÚ. En el relato estará prohibido usar las palabras más explícitas del asunto, que son masturbación, onanismo, paja, pajearse y masturbarse.

Pues estas son las condiciones para nuestra primera propuesta…

Nada más… Y nada menos.

 

PUBLICACIÓN DE LOS RELATOS

Los relatos se enviarán al concurso mediante el formulario que os enlazamos al final de estas instrucciones. Sólo los relatos recibidos a través del formulario podrán participar. El encargado de recibirlos comprobará que cumple las condiciones y será el responsable de su publicación en la sección de comentarios de esta entrada del blog. Podría tardar en hacerlo hasta 24 horas. El relato será publicado bajo el seudónimo adjudicado oficialmente a esa pareja.

 

LOS JUECES

El jurado de esta primera convocatoria estará compuesto por 4 miembros: Rosana Alonso, Rosa Gil, Rafa Loscertales y JAMS. Salvo este último (que ha adjudicado y guardado los seudónimos e identidades de las parejas) los integrantes del jurado leerán los relatos desconociendo el nombre de sus autores o autoras.

La misión del jurado será presentar una lista de 3 relatos de todos los presentados para que el Jurado Popular elija a los ganadores definitivos en sus votaciones del próximo mes de septiembre.

 

 

FORMULARIO DE PARTICIPACIÓN

El único modo de participar en este concurso es a través del siguiente FORMULARIO o haciendo click sobre nuestro botón dorado

En el formulario solo se solicita el seudónimo oficial de la pareja participante y el texto del relato.

El plazo para presentar el relato es la primera mitad del mes de julio, lo que supone que el formulario estará abierto hasta las 23:59 horas de la noche del martes 15 de julio de 2023.

 

*****  *****

Y ahora, de manera ejemplar, veamos como resolvía una convocatoria similar el gran maestro EPI, Alejandro Pozo, en febrero de 2021 ante la propuesta sobre la emoción de «el deseo».

 

VEHEMENCIA, de Alejandro Pozo

Faltan dos días para estar con él.
Es un ritual, solo los sábados después de comer.
Durante la semana el deseo va aumentando. A veces me sorprendo apretando los muslos, entonces me ayudo con la mano.
Suelo cocinar platos especiales. Algo de marisco, ostras, percebes y luego una buena carne, casi cruda, sangrante. Albariño primero y después un Ribera.
Cocino desnuda, con un delantal y de vez en cuando me pego a la encimera y me froto. Con frecuencia he tenido varios orgasmos antes de que esté presente.
Es pasión lo que siento por él, pero creo que el deseo porque me posea es mayor.
Esta noche, al acostarme he colocado una almohada entre mis piernas y me mezo al compás de la música, ardo en deseo.
En mi ensueño, rememoro cuando con mis dos manos lo llevo hacia mi boca y se derrama en mí. El Pacharán me está esperando en el salón.

 

21 Responses

  1. JAMS

    1. FAST FOOD, de Calima

    Iniciado su regreso a casa, un repentino apetito la llevó a tomar su móvil y escanear un código QR donde se alojaba la carta menú del tren. Quizá fue el traqueteo o un pequeño desenfoque al paso por el túnel, lo cierto es que se sorprendió viendo unas escenas pornográficas, muy explícitas, de felaciones, cunnilingus y otras «comiditas rápidas». La megafonía anunciaba que, en el coche tres, estaba a su disposición el servicio de menú a bordo. Ella, que ya había consumido su presupuesto vacacional, se camufló en la oscuridad del túnel, reclinó su asiento y se conformó con un perfecto autoservicio.

  2. JAMS

    2. BAJO LAS PALMERAS, de Abanico

    A esa hora tan temprana, la playa estaba desierta y el agua fría le había endurecido los pezones. Tumbada en la hamaca, con la pamela ocultando su rostro, comenzó a rozarlos y pellizcarlos. Su otra mano buceó bajo el bikini, buscando tesoros ocultos.
    Cinco orgasmos después, sintió que por fin había desconectado del estrés. El sol ya ardía en su piel: se incorporó, dispuesta a refrescarse con otro baño. Pero, al apartar la pamela, halló una docena de miradas libidinosas clavadas en ella.
    Se demoró recogiendo sus cosas, confiando en que alguno de aquellos jugosos ejemplares se ofreciera a acompañarla al hotel.

  3. JAMS

    3. MI PRIMERA POLUCIÓN, de Surferos

    Los pezones de la chica sentada enfrente, que bailan con el traqueteo del tren, le provocan una inoportuna erección. Por primera vez, nota movimientos de tropas allí abajo, una inesperada emergencia que le hace ir corriendo al aseo. Al bajarse el calzoncillo, apenas se toca, algo espeso asciende uretra arriba y se descarga con ese vaivén del pene que conocía por el porno, ¡pero nada que ver con esos falos superlativos! ¿Estaré enfermo? ¿Lo tendrá igual papá? —se pregunta.
    Lo comparte con su madre esa misma noche, inquieto. ¿La de papá?, no mi niño, ¡por eso tú tranquilo! —Contesta, partida de risa.

  4. JAMS

    4. TODO EN CONTRA, de Sandía

    Sacó de la maleta a Doris y trató de insuflar aire en su interior hasta que, a los pocos minutos, se dio cuenta de que lo perdía por la teta derecha. No encontró el parche color carne que recomendaba el fabricante y lamentó la premura a la hora de hacer el equipaje.
    Probaría con el método tradicional. Buscó la revista porno y la libido le bajo al sótano, tan solo encontró el National Geographic y un libro de recetas. ¡Malditas prisas!
    La abrió esperanzado de encontrar algún reportaje sobre tribus africanas con nativas semidesnudas, pero no, era un especial sobre esquimales.

  5. JAMS

    5. LINGÜISTA PRECOZ EN APUROS, de Achicharradictos

    Empleamos señas pues los locales hablan un idioma ininteligible. Ante su pronunciación, noto un cosquilleo libidinoso. ¿Qué sonido es ese? Ignoro si fricativo o alveolar, pero se me ha puesto bien dura. La muchacha se aleja y sigo inmóvil, sorprendido y empalmado. No puedo quedarme así. Decido seguirla, alargar el diálogo placentero y luego me apartaré para acabar manualmente lo que esa sonoridad desconocida ha desatado. Entonces suelta una perorata, con suma dulzura, que me lleva al clímax descontrolado. Contengo un jadeo y, buscando disimular la mancha, me tiro el café por encima. Resultado de la visita: orgasmo imprevisto y huevos escalfados.

  6. JAMS

    6. CALORES, de Caipiriña

    Agosto. 15:00 horas en Madrid. Nacho, con voz temblorosa y susurrante, le va diciendo a Lola —la gogó que le dejó trastornado en Salou— que se está acariciando, que le palpita con violencia, que ya está mojado. Y ella, jadeando, le pide que siga, que siga…
    —¡¡Aaahhh, sssí, Naaacho, siií!! — gime al otro lado del auricular, antes del «chauchauuu, bombón, muamuaaá».
    Y si primero le chorreaba la camisa y tenía los pantalones pegados, ahora hasta vapor le sale por la cabeza. «Tengo que bloquearla, esto es insoportable», resopla, indeciso, mientras contempla las calles hirvientes desde un autobús lleno sin aire acondicionado.

  7. JAMS

    7 ASCENSIÓN, de Pamela

    Tras fallecer se encuentra frente a una verja, desnuda, al igual que el portero.
    —Bienvenida al Purgatorio, sor Josefina, algún pecadillo del sexto mandamiento ¿eh? Pase, sin abandonar este camino, hasta la siguiente puerta.
    Enseguida llega a un mercadillo.
    —¡Satisfiyers rebajados!
    Nota el calor que enciende sus muslos.
    —¡Lubricantes a saldo!
    Se le acelera el corazón y siente las pulsaciones en sus vergüenzas.
    —¡Ofertas en vibradores!
    Aprieta el paso y llega sudorosa a la puerta dorada cuya cerradura se apresura a abrir San Pedro con la punta del pene.
    —Santo Padre, ¡qué habilidad!
    —¡Espere usted a conocer a San Cipote!

  8. JAMS

    8. LA PRIMERA VEZ, de Topless

    Los ofidios son capaces de oler el sexo con su lengua. Lo aprendió al llegar a aquel destino paradisíaco y exuberante la primera vez que tomó el sol desnuda. Al contacto suave de la hierba con su sexo se excitó tanto que fue cuando sucedió: la serpiente percibió su humedad y acudió rauda. Enredándose por su pie continúo por su pierna y, erguida, activó su lengua dando toquecitos en aquel fruto prohibido. Más y más excitada, dirigió el cuerpo del animal de afuera hacia adentro alcanzando, así, el éxtasis.
    Adán, que observaba la escena, narró luego la historia de forma muy diferente.

  9. JAMS

    09. HASTAG, de Mojito

    Salí del hotel enfurecido. Caminaba maldiciendo para mis adentros: no, por la noche estaba cansada de la ruta, por la mañana guardaba fuerzas para el día. Nunca era buen momento, ni siquiera de vacaciones haciendo senderismo por Europa. Rabioso, alcancé la cima. El paisaje era impresionante. Ni un alma a la vista. Me bajé los pantalones y evoqué su imagen desnuda hasta que en pleno climax grité: “¡mira lo que te pierdes, Laura!” Gran frase para anteponerle un hastag. El video, donde Laura tuvo el detalle de etiquetarme, acumula millones de visitas. Soy trending topic.

  10. JAMS

    10. INSTINTOS AL GALOPE, de Moreno

    Como plato fuerte del viaje había una ruta a caballo. El guía, un chulazo de pantalones ceñidos, me puso a mil. No pude contenerme, con un ligero vaivén aproveché el roce de la montura en mi entrepierna para aliviarme. El animal pareció contagiarse de mi ardor y se lanzó tras la yegua del adonis. Ambos fuimos arrojados a un bancal por la urgencia de aquellas bestias. El excitante paseo terminó en un hospital. Días más tarde, ya curados, volvimos a cabalgar juntos, esta vez en la cama del hotel.

  11. JAMS

    11. BENIDORM, 1974; de Las Canículas

    Dejé plantada a Maruchi en el altar, pero no quise perderme la luna de miel. Desde el balcón del hotel divisaba un paisaje glorioso: prietos culitos suecos, turgentes pechugas inglesas y muslámenes de francesitas presos de bikinis mínimos. Llamaron a la puerta ―yo con la bragueta a punto de estallar― y por un momento soñé que se rendiría ante mi estandarte ibérico alguna cariñosa forastera. Ahí estaba mi suegro, escopeta al hombro, que me tuvo retenido en el baño hasta que constató que había arriado a mano mi enhiesto pendón y, usando el maltrecho mástil y una toalla, ondeaba la bandera blanca.

  12. JAMS

    12. EVOLUCIÓN, de Casapuerta

    La metamorfosis del tenista Javier «El Volcán» Arévalo descoloca a sus seguidores. En su infancia fue diestro, pero desde los catorce, zurdo. Ahora consigue golpes mucho más precisos y potentes, y sube como la espuma en el ranking ATP. Los ojeadores que lo siguen por el mundo le preguntan por ese cambio. Les responde que está entrenando con un nuevo método que aprendió en su casa del pueblo, alejado de ruidos e interferencias. Mientras, piensa si ha cerrado bien el baúl en el que guarda las revistas que ayudan a que esa mano empuñe el mango de la raqueta con tanta destreza.

  13. JAMS

    13, NUNCA ES TARDE, de Sudarrina

    Jamás creyó que, a su edad, ya cerca de los cincuenta, pudiera ocurrirle eso. Todo empezó en París, cuando, al contemplar el Obelisco de Luxor, le subieron los calores. Luego, en Pisa, al ver la famosa torre inclinada, fantaseó con el falo torcido de un amante borracho. Pero donde más ardió fue en Florencia, frente al pene tímido del David de Miguel Ángel. Esa noche, en la soledad del baño del hotel, se entregó al antiguo arte de la autosatisfacción. Eso sí, sin hacer mucho ruido, no fuera a ser que, desde el otro lado de la puerta, lo escuchara su mujer.

  14. JAMS

    14, TURBULENCIAS, de Salymar

    Había probado con ansiolíticos, alcohol, y nada funcionaba. Una amiga con el mismo problema me contó su truco:
    -Cuando comience el despegue informas a los pasajeros cercanos de que tienes pánico a volar. Luego te colocas esto entre las piernas y lo enciendes.
    Inicialmente tuve reparo, pero pronto el placer me distrajo. Cerré los ojos y apreté mis húmedos labios. Comencé a sudar, sofocando mis gemidos.
    -¿Le ocurre algo? -preguntó la azafata.
    -Nada, es que tiene ansiedad -dijo la señora del asiento contiguo-. Le aterra volar.
    -¡Ya! ¡Ya! ¡Yaaa! -jadeé apagando el aparato-. Ya estoy mejor. En cuanto despegamos, se me pasa.

  15. JAMS

    15, PECADO Y PENITENCIA, de Sofocos

    —Te quedarás ciego —me decía el padre Lucas en el confesionario— y los dedos te arderán en llamas algún día de tanto tocarte.
    Tenía miedo, pero como la ceguera no parecía instantánea, usaba guantes ignífugos y seguía pecando. 
    Así crecí, ahogado en culpa por las amenazas del padre Lucas.
    No mejoré al casarme: aún prefería mi mano cálida deslizándose por una erección palpitante, sentir cómo la tensión se acumulaba antes de arrancarme un gemido.
    Me vi obligado a viajar hasta un centro de desintoxicación para hábitos solitarios empedernidos. Allí me encontré al padre Lucas, con las manos vendadas y un perro Lazarillo.

  16. JAMS

    16 EUROPA BAJO MIS CALZONCILLOS, de Sandalia

    Recuerdo que todo empezó en el centro comercial de Budapest. Cogí una lata de goulash y, disimuladamente, la deslicé bajo mis gayumbos. Me invadieron sudores fríos. El metal tocando mi piel, la excitante posibilidad de ser descubierto y cacheado, el roce en mis muslos, mi andar patizambo, las miradas de los clientes… puras bocanadas de placer. El paso por caja me llevó al éxtasis total.
    Ya no paro de viajar y comprar. En París, foie de oca; en Berlín, salchichas bratwurst; en Lisboa, latas de bacalao en aceite picante.
    El mundo es una despensa erótica y yo su lascivo saqueador.

  17. JAMS

    17 LA ÚNICA SOLUCIÓN, de la Historia d’Os

    Guardaba varios vibradores en el segundo cajón de mi mesilla de noche, que usaba muy de vez en cuando, solamente en tus ausencias más largas de los últimos años y en caso de mucha necesidad.
    Pero últimamente ya no me satisfacían.
    Ahora sólo necesitaba abrir el móvil y buscar en la galería de tu instagram tu fotopolla, tan dolorosamente conocida, para ponerme como una moto. Últimamente y ahora……desde que tu ausencia se ha convertido en definitiva.

  18. JAMS

    18 UN CELIBATO ANÓNIMO, de Quemasombras

    Estaba completamente desnudo, unas manos diminutas tapaban sin éxito una vergüenza aún mayor.

    En el vagón no había nadie, quizás fuese verano o miércoles, o quizás hubiese tomado más cubatas que buenas decisiones.

    El paisaje sin color se desplazaba como de 8 mm a través de una ventanilla,  que reflejaba a un cupido manco y excitado.  La respiración se sincronizo con la mano. Aquellos pensamientos oscilaban al compás de las páginas. El traqueteo le llevo hasta el final. Cuando se bajó, en su mano izquierda sujetaba una revista enrollada, en la otra, una lata que sustentaba una sonrisa con olor a cubata.

  19. JAMS

    19 SÍNDROME DE STENDHAL, de Ventilador

    «París bien vale una misa», piensa mientras se la pela contemplando la torre Eiffel desde el ventanuco de la pensión. «Veni, vidi, vici», exhala de placer cuando derrama la última gota de semen en un inodoro del Coliseum. En lo más alto del gallinero del Teatro Minskoff de Broadway, se corre ante la muerte de Scar, salpicando de esperma alguno de sus dedos y el respaldo de la butaca de delante. Durante su luna de miel, desde la terraza de la habitación, no encuentra en el mar los estímulos necesarios para conseguir una erección, mientras, su mujer se deleita en el resort.

  20. JAMS

    20. EDUCACIÓN SEXUAL, de Soma

    Debería tener pesadillas por si nace coja o ciega. Debería paralizarme el peso de esta tripa desmesurada y esperar en casa que lleguen las convulsiones. Pero para una madre todo sacrificio es poco. Y mi hija, de carácter resuelto y aventurero, desea conocer el mar antes de nacer. Y aquí estoy, en la playa del Naufragio, meciéndome entre suaves olas, acariciándome despacio, para que ella me pueda seguir, enseñándole dónde tocarse, cuándo acelerar el ritmo, cuándo introducir primero un dedo, luego dos, sentir los espasmos, y por fin, ese gemido que sube por el cordón umbilical y se funde con el mío.

  21. JAMS

    21 ENJOY YOUR FLIGHT, de Flama

    La intranquilidad por mi primer vuelo se disipó en cuanto subí al avión y vi a la azafata más maciza que podéis imaginar.
    Debió notar mi admiración porque al explicar las normas de seguridad me dedicó una sucesión de gestos a cual más excitante, mientras yo me tocaba tapándome con la sudadera para disimular la erección. Al meterse el inflador del chaleco salvavidas en la boca no pude aguantar más y estallé. Cuando preguntó si alguien tenía alguna duda levanté la mano que me quedaba libre, pidiéndole que lo repitiera todo desde el principio, pero esta vez un poco más despacio.

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