56. LA ETERNA PREGUNTA
Quisiera escapar de éste baile de máscaras al que irremediablemente, la vida nos obliga a asistir.
Bajo la ducha, intento frotando con fuerza, que el torrente de agua arrastre consigo la piel adherida de mi máscara, mientras me digo a mí mismo, que yo soy diferente de los demás.
Ellos, actores consagrados, con largos años de experiencia en el arte de ocultar sus sentimientos.
No, yo no soy cómo uno de tantos de tus amigos, escondidos tras una sonrisa sincera, pero quienes hace ya mucho te olvidaron, porque no tenían nada más que sacarte.
Tampoco cómo tu simpática vecina, que te abre la puerta del ascensor, y en cambio, espía deleitándose tus conversaciones, con un vaso a través de la pared.
Ni soy cómo ese compañero de trabajo, que felicita tus logros posando su mano sobre tu hombro, pero realmente, celebra secretamente tus fracasos, porque ansía tu puesto.
El espejo empañado, me devuelve una imagen distorsionada de mí mismo, similar a la que exhibo ante quiénes jurarían conocerme.
Cuando el vaho desaparece, descubro un par de ojos observándome en el espejo, los tuyos.
¿Qué ves realmente cuando a solas, te miras a ti mismo?, ¿tú también llevas una necia máscara?
Me ha encantado tu relato José Ángel por como lo has ido desarrollando y porque invita a la reflexión.Enhorabuena. Nuria
Gracias por leerlo Nuria. De vez en cuando viene bien un poco de auto reflexión para encontrarnos a nosotros mismos.
Un saludo.
Es tan divicil encontrar a alguien «autentico».
Gracias por dejarme tu comentario Andrea. Yo creo que los únicos que son auténticamente puros son los niños que como bien reza el dicho, nunca mienten.
Saludos
quise decir «difícil»
José Ángel. este protagonista tuyo parece estar de bajón; quiza la adaptación precise de alguna mascara como las que él comenta. Suerte y saludos
Vaya que si esta decaído el pobre. El no lo sabe pero ha estado muy cerca del suicidio. Je, je. A casi todos mis protagonistas les hago sufrir o los asesino. No se por qué pero no se me ocurren cosas hermosas que escribir. Gracias por el comentario Calamanda.
Un saludo
Muchas preguntas tiene ese personaje, eso es tal vez porque duda de sí mismo.
Un saludo
JM
Totalmente de acuerdo Juan. Duda de si mismo y de todos.
Gracias por comentar y pasarte por el blog.
Saludos
Pues yo creo que si, que todos llevamos una eterna máscara, o varias. En realidad somos diferentes según con quién estemos.
Saludos.
Asun, todos llevamos máscaras y lo triste es que los que nos rodean también. A veces prejuzgamos a la gente basandonos en prejuicios injustificados. Esa es la verdad.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Cuanta razón tienes en tus palabras Ana. La gente no se muestra tal como es por miedo a que les hagan daño. Es verdad, en la sinceridad malintencionada puede herir al que la recibe, lo mismo que se pude volver contra quien la ofrece. Gracias por comentar y que tengas suerte en el concurso.
Un saludo
José Ángel, los interrogantes que se hace tu protagonista nos los hacemos prácticamente todos. ¿Es tan difícil ser auténticos? Creo que sí, todos llevamos máscaras para con los demás que tristemente nos acompañan siempre. Abrazos.
Comparto tu opinión totalmente Salvador. Y pienso que quien, de vez en no se hace preguntas sobre lo que esta bien o mal es porque simplemente carece de conciencia que es una de las cosas que hace humanos.
Gracias por dedicarle unas palabras al relato.
Saludos
Esa mirada en el espejo es el reflejo de nuestras dudas,tu micro nos hace reflexionar si somos como realmente aparentamos. Me gustó mucho como relatas los hechos y el final es atronador.
Un saludo.
Gracias por tus palabras Puri. Nadie es como aparenta, pero yo creo que es un mecanismo de auto defensa. El problema es que de tanto ponernos la mascara al final nos perdemos a nosotros mismos.
Saludos.
Ser sincero cada vez es más peligroso, José Ángel y terminamos siendo políticamente correctos en todos los sentidos. Me pregunto y juzgo cada día menos.
Un abrazo
Gracias por comentar Alejandro, creo que lo que dices está muy bien y es un ejemplo a seguir si uno quiere como salir a flote sin que le pisen los demás. Por otro lado vengo de leer una cita algo contradictoria con los días que corren pero no exenta de razón:
«Abre tu corazón sin miedo a que te hieran. los corazones rotos se curan pero los que se protegen demasiado se vuelven de piedra»
Saludos compañero