41. Compuesto y sin novias
Soy zorro viejo y le he visto los cuernos al toro más de una vez. Por eso, cuando pasó aquella alondra me acordé de el que se quema con leche, ve una vaca y llora. Pero ya sabemos que el perico, donde quiera es verde y pudo más tener la pájara a tiro que ver cientos volando. Acabé por lanzarme en picado, cual halcón peregrino.
El nuestro era un amor de gatos, siempre a voces y por los tejados, y con ella me sentía como pez en el agua, pero no se hizo la miel para la boca del asno y tarde o temprano, la cabra siempre tira al monte; fue pasar una moza de andar felino y cuello de tórtola y se enriscó la perrita, por mezclar churras con merinas, que dos golondrinas en la misma espiga hacen mala compañía y para más inri, la tórtola tenía un mochuelo esperándola en su olivo. No sé cómo saltó la liebre —a cada puerco le llega su San Martín—, pero el mozo, que tenía muy malas pulgas, acabó enterándose. Fue como si me embistiera un elefante y encima no solo se llevó consigo a la tórtola, también voló la alondra
Quien mucho abarca poco aprieta. Tu protagonista jugó con fuego y twrminó quemándose, pero tú lo cuentas mejor en tu elaborado relato, compuesto de expresiones animales.
Un abrazo y suerte, Javier
Javier, me encanta cómo vas enlazando las frases hechas sobre animales y los propios animales. Eso sí, tu prota una mijita acaparador. Al final, la avaricia rompe el saco.
Un abrazo y suerte.
Simpática construcción narrativa a base de meta refranes y dichos populares.
Suerte,Javier