59. Danza de unión
A cada baquetazo Bana se sentía más aturdida. Permanecía expectante en el centro de la ceremonia tradicional del casamiento. Los hombres escondían el rostro tras máscaras oscuras y bailaban alrededor de la virgen con movimientos enérgicos.
Las mujeres tapadas con caretas blancas se sentaban rodeando a los danzantes a una distancia prudencial. Al cesar la percusión de los tambores, Mamadou el hechicero hizo acto de presencia. Con un golpe vigoroso de su báculo dio la orden para que el joven Lamine entrara en escena. Su adolescencia no iba enmascarada aunque cubría su desnudez con un collar de marfil sobre su pecho y un taparrabos de piel.
Los mandingues hicieron un pasillo para que el no iniciado se situara frente a su futura compañera. La muchacha temblaba de miedo y excitación, todo a la vez. Entrelazaron las manos. Mamadou se acercó y unió sus sabias manos a las de la pareja. El brujo comenzó a entonar una retahila grave e ininteligible para los mortales. Cuando terminó su imploración al cielo y a los dioses, dio por bendecida la alianza e invitó a los desposados a tomar posesión de la chabola que les había sido asignada para la culminación del enlace.
Carnavales y máscaras hay en todas las latitudes, así como personas que no acuden libres a esas ceremonias que otros han celebrado en su lugar.
Un saludo
JM
Unos carnavales agitados para una joven aturdida con la movida.
Hola Esti,
mira me alegra haber coincidido con alguien en máscaras tribales. Hay muchas clases de máscaras, no todas falsas, aquí las tuyas hablando de una boda africana, es decir con color y ritmo. Jo que suerte se casan y les dan una chabola!!!
Una correción: estás explicando el Mamadou ese, así que entre comas «Mamadou, el hechicero,…»
Estibaliz, carnaval en otras latitudes y con otro sentido.
Un beso