79. El color con que se mire
Titán es un mastín gris de collar amarillo que sabe dónde y qué morder. Nacido en La Matanza bonaerense, los dueños lo vendieron a un policía federal que, en su tiempo libre, sale de caza. Aprendió a sentarse, a responder con rapidez, a pararse a la voz de su amo. El mejor amigo del hombre. El cazador dispara a todo lo que se mueve. Son días largos teñidos de un granate penetrante. Pero Titán detecta mejor el amarillo y el azul y confía en su olfato, como en aquel incidente en el que arrancó los genitales al manifestante que se saltó a escondidas el cordón de vigilancia. A diario, cuida que los transeúntes circulen por su sitio, que las mochilas estén vacías de toda amenaza. Ladra poco, su gruñido es una señal contenida que suele recibir el premio de la mejor carne roja. A veces, el amo lo deja con hambre, pues regula con medida sus costumbres: lo suelta para que se desate con los prisioneros de mono azul en el sótano de El Olimpo, en las celdas clandestinas, donde la soledad, al contraluz de la entrada, se torna afilada y amarilla.
El mejor amigo del hombre puede ser un enemigo fatal si unos hombres lo lanzan contra otros. Un perro tiene la nobleza suficiente para ser fiel, pero no tanto para distinguir a los desalmados que los utilizan cono arma, ellos son los verdaderos animales.
Un relato con un protagonista, que actuaría de otra manera si no tuviese detrás los resortes que lo disparan. Una historia tan bien ambientada como, por desgracia, creíble, inspirada en hechos tristemente reales.
Un abrazo y suerte, Antonio
Gracias, Ángel, por tu comentario de buen lector.El hombre es un lobo para el hombre, y, como en el relato, también utiliza para extender el terror intermediarios ajenos a las circunstancias políticas y sociales. Un fuerte abrazo
Vaya tela con Titán. Aunque el pobre animal es solo un reflejo de su amo. La verdad es que consigues crear tensión, y dejarnos con el sabor amargo de la realidad.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias, Rosalía, por pasarte por aquí y dejar tu comentario. El hombre manipula todo para expandir la monstruosidad En efecto, el micro es agrio, pero, en ocasiones, me gusta evadir la escritura complaciente, qué le vamos a hacer…Un abrazo para ti, y muchas gracias de nuevo.
Mejor sola que con este animal mal adiestrado. Aunque su bendito dueño es el responsable.
Voy a coger manía al amarillo!
Muchas gracias, Rosa, por tu comentario. Desgraciadamente, en la dictadura argentina se dieron situaciones de esta crueldad, en la que parece que el hombre se distancia de sí mismo para ceder paso al terror. Un abrazo y gracias de nuevo por pasarte por aquí.