35. El miedo más grande del mundo
Ahora que el tiempo se mide como el espacio que transcurre entre consulta y consulta, que vivo una existencia entre paréntesis seguida de tres puntos suspensivos cada vez más difuminados, he abandonado todos mis miedos.
Ahora que el tiempo se mide entre las horas que se deslizan entre una visita de consuelo y una mirada de compasión, me he deshecho de cada una de las fobias que me atormentaban: odiaba que me tocaran y, sin embargo, ahora cualquier caricia me emociona; me repugnaba el asqueroso desliz de las cucarachas y ahora me sorprendo observando su envidiable destreza; me aterraban los grandes espacios inabarcables por mi mirada y ahora los busco, a conciencia, para diluirme en su paz, en su bella amplitud.
Ahora que debo enfrentarme al miedo más grande del mundo, me he liberado: ya no tengo miedo, ningún miedo, aunque ya no sirva de nada o aunque, tal vez, solo sirva para darme cuenta de su inutilidad, de su falsedad. Ahora sé que, si me valieron de algo, fue únicamente para arrebatarme pedazos de la vida que en estos últimos instantes, cuando se escabulle sin remedio, me resulta más brillante, más emocionante y más hermosa que nunca.
María, para mí, ahora mismo eres la ganadora ENTC de 2025. Cuentas una historia terrible sobre la brevedad de la vida, y de todo aquello que nos perdemos al dejarnos llevar por el miedo, pero llena de belleza. Porque solo cuando ya no queda tiempo de recuperar las caricias perdidas tu protagonista es capaz de valorar la belleza de la vida hasta en las cosas más nimias.
Igual que yo aprecio la belleza con que está escrito.
Enhorabuena.
Un abrazo y suerte.
Miles de gracias, Rosalía. La verdad es que cuando te enfrentas al miedo más grande de todos es cuando te das cuenta que los demás no sirven de mucho o de nada. GRACIAS por tus palabras. Un abrazo.
Como decía el sabio, todo es relativo. Un gran mal (miedo en este caso) puede pasar a ser insignificante frente a otro más grande. Y ninguno mayor que la muerte inminente. Lo has sabido expresar estupendamente.
Muchas gracias, Edita. Casi casi es una experiencia personal. La única manera de darte cuenta de lo que no mejora la vida. Mil gracias por comentar. Un abrazo.
Un relato lleno de poesía para expresar una gran verdad. Y, aunque al leerlo se sabe que va a terminar fatal, lo has cerrado con una frase muy hermosa.
Un gran abrazo, María.
Muchas gracias, Ana. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo fuerte.
Nada se puede decir porque efectivamente nos has colocado frente a ese miedo que todos hemos sentido , sentimos o sentiremos en algún momento de nuestra VIDA.
Un saludo
Efectivamente, Gema. Y cuando te das cuenta que nos va a tocar, a veces, ayuda a darte cuenta de lo que merece la pena de verdad. Un abrazo grande y gracias por comentar.
Sugerente y poético, María. Y aunque sea casi al final de su vida, se da cuenta de que la utilidad de los miedos «fue únicamente para arrebatarme pedazos de la vida» Como decía aquel dicho: «Cuidado con los miedos,les encantan robar los sueños». Un relato triste, pero que deja un buen sabor de boca. La muerte, a pesar de ser el miedo más grande, se presenta de manera apacible. Un abrazo y suerte!
Muchísimas gracias, Liliana por tu comentario. Efectivamente, aunque a veces no podamos evitar sentir miedo este es un gran ladrón de sueños. Mil gracias. Un abrazo.
Pasamos la vida preocupados por detalles inútiles, por asuntos pasajeros que no merecerían tanta atención, o ninguna. Si tuviéramos presente la importancia de cada minuto no lo perderíamos con miedos que no conducen a ningún sitio, ni con tantas inquietudes banales. Aunque parezca una paradoja, puede que no haya mayor filosofía de vida y que mejor nos haga apreciar la existencia que la constancia de que algún día, de forma inexorable, terminará.
Un relato que es toda una filosofía, una enseñanza que no deberíamos olvidar.
Un abrazo y suerte, María
Hermoso alegato a la vida que se desliza delante de nuestros ojos, que no vemos cuando nos sentimos invencibles. La vulnerabilidad nos hace pequeños y nos permite valorar la belleza y dejar atrás nuestros miedos.
Poético y potente.