¡Cuánto talento en tan pocas palabras!
Me ha encantado, Rafa. Para contar una gran historia solo hacen falta unas pocas palabras… siempre que se tenga ese talento que tú tienes.
Un título muy bien elegido y ese «casi» que dice tanto.
Abrazo.
Al principio pensé que se refería a Santa Teresa de Jesús, pero luego, leyendo la palabra «arco iris» del título, me di cuenta del matiz «alegre» o «gay» del micro – poniéndolo en términos anglófonos – y pude ver claramente que nada tenía que ver con una papisa… 😉
Los secretos, antes o después, afloran, aunque a veces tarden. Las fobias y el miedo a lo diferente y a los cambios, por el contrario, son de reacción visceral inmediata: con el nombre de Teresa saltaron todas las alarmas, con una movilización inusitada. Aparte de su «corto pontificado», nada se dice de su desenlace, que hace temer lo peor por su integridad física.
Breve y concluyente.
Un abrazo y suerte, Rafa
El desenlace debe imaginarlo el lector. Alguna pista se le da con las últimas palabras.
Gracias, Ángel, por tus siempre afinados comentarios.
Un abrazo.
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¿Casi virgen? Jajajaja . ¿Eso como se mide Rafa?
En minutos. Por unos pocos no llegó a serlo al completo.
Gracias, Gema, por comentar.
¡Cuánto talento en tan pocas palabras!
Me ha encantado, Rafa. Para contar una gran historia solo hacen falta unas pocas palabras… siempre que se tenga ese talento que tú tienes.
Un título muy bien elegido y ese «casi» que dice tanto.
Abrazo.
Pablo y sus habituales exageraciones, como buen andaluz. Se agradecen en cualquier caso con un cálido abrazo.
Al principio pensé que se refería a Santa Teresa de Jesús, pero luego, leyendo la palabra «arco iris» del título, me di cuenta del matiz «alegre» o «gay» del micro – poniéndolo en términos anglófonos – y pude ver claramente que nada tenía que ver con una papisa… 😉
Si esto no es escribir bien, no sé qué es…
Excelente, Rafa, te felicito…
Un beso grande,
Mariángeles
Abrumado con tu comentario.
Gracias, Mariángeles, te envío besos transatlánticos.
Los secretos, antes o después, afloran, aunque a veces tarden. Las fobias y el miedo a lo diferente y a los cambios, por el contrario, son de reacción visceral inmediata: con el nombre de Teresa saltaron todas las alarmas, con una movilización inusitada. Aparte de su «corto pontificado», nada se dice de su desenlace, que hace temer lo peor por su integridad física.
Breve y concluyente.
Un abrazo y suerte, Rafa
El desenlace debe imaginarlo el lector. Alguna pista se le da con las últimas palabras.
Gracias, Ángel, por tus siempre afinados comentarios.
Un abrazo.
Además mártir viene a decir que la hicieron morir, no?
Una joyita, no sobra no falta nada
Hola, Rosa, celebro que lo percibas así porque sopesé mucho el uso de cada palabra, ya que no son tantas.
Gracias y besos.