47. EN BUSCA DE LA FORTUNA (VALDESUEI)
Cuanto más consciente era de la miseria de su familia, más fobia le tenía a la pobreza. Pero sólo a la propia…
Para conciliar el sueño y apaciguar el hambre, sobre el camastro en el que fraternalmente se alternaban cabezas y pies, se imaginaba en elegantes restaurantes degustando olorosos quesos franceses.
Estaba convencido de que había nacido millonario y de que sólo le faltaba el dinero.
Todos los días echaba la lotería, mirando con odio a los otros jugadores por pretender robarle su fortuna.
Siendo anciano, confesó que también había probado suerte como atracador. Su primer golpe iba a ser en un estanco. Salió de casa armado con cuchillo y embozo, pero debió olvidar el valor sobre la mesilla. El estanquero, robusto como un olivo, pensó que el nerviosismo del cliente era por la falta de nicotina y le hizo fumar varios cigarrillos.
Desde ese día se hizo fumador, amigo y pareja de tute del comerciante.
Sobrevivió a todos sus hermanos con los que mantuvo muy buena relación.
En su lecho de muerte, no paraba de murmurar: “Ramiro, déjame sitio”, “Lucio, pies sucios, ¡qué peste a quesos!”
Se fue con una sonrisa en la boca. Sin duda, toda una fortuna.


La infancia marca a las personas. A tu protagonista le creó un miedo a la necesidad que podría haber tenido una mala derivación, pero demostró ser una buena persona de principio a fin, además de sabio, pues quizá no haya nada más valioso que una buena sonrisa y dejar este mundo con una dibujada.
Un relato positivo y lleno de humanidad, Víctor.
Un abrazo y suerte
Qué duda cabe que las penas con pan son menos penas, y una vez cubiertas las necesidades, hay cosas mucho más importantes. En este caso, encontrar el amor. Pero también podía ser tener salud, qué solo valoras cuando la pierdes.
Me gusta que tu protagonista acabe bien, al principio pensé que iba a lanzarse a delinquir. O se iba a meter a político.
Un abrazo y suerte.
Toda la vida escapando de la miseria, en busca de la fortuna, para encontrarla al final en esa genial frase que cierra el relato.
Muy buen relato lleno de humor y sensibilidad.
Me ha encantado, Victor. Mucha suerte.