55. Claustrofobia (Francisco Javier Igarreta)
Siendo apenas un latido se sintió rechazado. Como si fuese un entrometido. A decir verdad, solo era el resultado fortuito de una relación sobrevenida. Algo puramente circunstancial.
Pese a todo se adaptó sin problema al tibio colchón de agua.
Inevitablemente, al paso de las semanas su situación se fue haciendo más embarazosa. Incluso empezó a notar cierta sensación de ahogo. El claustro materno se le antojaba hostil y en cuanto pudo salió por pies. Prematuramente.
Un relato en el que las metáforas describen de manera genial la historia. Me ha parecido muy original.
Un ssludo