OCT30. CONTROLAR, de Ángeles Sánchez Gandarillas
Estaba contenta, había aprendido, por fin, a controlar el sentimiento de dolor…
Sabía lo que iba a suceder y creí suficiente el sufrimiento de los dos hasta la llegada de ese día inesperado en que se cumplieran los pronósticos médicos.
Pero cuando me dieron la noticia de su partida, todo ese dominio quedó anulado por la angustia; supe en el acto que la esperanza me había desnudado y al irse se llevó todo mi control por delante.
Quedé desnuda delante de toda la pena…
Lloré descontrolada y vestida de dolor.
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Aunque sepamos que el momento de la separación va a llegar, y creamos que estamos preparados para ello, nunca es así. Terrible es siempre perder a alguien querido.
Gracias por leer. El tema de la muerte, aun por amor en Romeo y Julieta, es el final… La vida es el tesoro, debemos hacerla brillar.
Nos leemos.
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Ángeles, muy humano y real; esas noticias desmoronan y es dificil noperder ese control. Suerte y saludos. Calamanda
Gracias por leer Calamanda, y sí, no hay manera de conseguir estar controlado, es brutal, y por ello, debemos cuidarnos y alargar el tiempo de vida, para evitarles disgustos a cuantos queremos y a los que nos conocen. Sonrío.
Abrazo de vida.
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Creo que es uno del os pocos que habla del dolor que causa la muerte y la desaparición del ser querido/a.
Bueno Ángeles.
Abrazos y suerte
http://montesinadas.blogspot.com.es/
Gracias por leer.
No sé, hubo un momento en que pensé llevar la muerte a un relato de vida, pero la ELLA pudo conmigo, se me encasquilló en la mente y tuvo que escrbirlo así, a pesar de que soy muy vitalista me puede. Es tan real deshacerse en la nada… ¡Dios!, las leyes de la naturaleza…
Abrazo de vida.
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Lines. Me gusta como expones ese momento que, sabiendo de su certeza y proximidad, siempre es duro y desgarrador.
Un saludo y mucha suerte.
Gracias por leer. A veces pasear por aquellos parajes mientras esperas el ceremonial, da al cerebro algo en que pensar, aunque indefectiblemente, vuelvas al dolor convertido en un muro en el que te das de cabezazos…
Lo escribí para curar el alma, pero tampoco.
Abrazo.
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Aunque intentemos controlar los sentimientos llega un momento en que nuestra coraza salta en mil pedazos…
Tu relato es de una sabiduría total y apalastante. Denota y connota, Lines. A flor de piel. Es lírico, muy lírico ese final.
Gracias Txaro. Lo lírico lo apunto para intentar quitarle crudeza a la realidad. Creo que no lo consigo. Me puede la huesera con dalleta. siempre consigue hacer bien su trdabajo. La tengo cierta manía. Ella lo sabe, ni se me acerca. Vino tres veces a buscarme y me defendí hasta casi morir, me escapé de entre sus dedos porque la mordí un húmero. Nos vemos. Lines
Los sentimientos no se pueden controlar, casi no se puede con los pensamientos. Bueno, abordas la muerte no desde ella misma sino desde los sentimientos que produce, buen enfoque!!!
Desde luego, está claro que la muerte siempre es peor para los que se quedan. Me gusta ese «vestido de dolor». Es tan gráfico que duele. Lo ideal es intentar vestirse de color, aunque sea tenue, una vez pasados los duelos. Un abrazo.