Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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Mnstrscp25 – R3- E3

Los concursante con los alias : MEIGA / HORUS

 

tendrán de plazo hasta el domingo 19 de octubre a las 20 horas peninsulares españolas para entregar un microrrelato que cumpla las siguientes bases:

debe aparecer un MONSTRUO (ficticio o humano -que casi son los peores-)

y  LAS OLIMPIADAS (por los 5 aros olímpicos que simbolizan los continentes y la concordia entre ellos)

la imagen es solo una idea, que no os condicione

¿devorarán a los atletas? ¿olimpiadas de monstruos? ¿el monstruo se llama doping?

    • *Título :  el que quieras, pero debe contener una (o más si quieres) de las palabras de las listas del cuadro de abajo
    • *Relato : extensión máxima 150 palabras (título no incluido) y debe contener 5 (o más) palabras de las listas

     

    Resumiendo, ya sea en el título o en el texto debes usar una (o más) palabras de cada una de las 6 listas que os proponemos. Es decir un arma, una ropa, un personaje, una comida, un color y un objeto. Admitimos cambios de género (negro/negra) y plurales…

     

    ARMAS MISIL ARPÓN PUÑAL AGUJA DROGA
    ROPA CORSÉ TANGA BLUSA GORRO /A MEDIA
    PERSONAJES ENANO RIVAL HEROE TROLL JUEZA
    COMIDA SUSHI POLLO TARTA CALDO QUESO
    COLOR VERDE NEGRO /A PARDO /A BEIGE ÁMBAR
    OBJETO RELOJ LIBRO JABÓN LLAVE CLAVE

     

     

 

 

el relato se entrega  pinchando en esta imagen y se vota en esta otra

 

1 Response

  1. Melisima Melvada

    EL JUEZ MONTÓ EL POLLO de MEIGA

    Cogió la pistola con munición espacial, se ajustó la GORRA, y se dirigió a la pista, allí dará la salida de la final olímpica de los 100 metros lisos. Debía eliminar al principal RIVAL del participante local, los servicios de inteligencia habían descubierto que ganaba gracias a la ingesta de alguna DROGA desconocida.
    El RELOJ indicó la hora, empuñó el arma y… de varios disparos dejó al atleta extraterrestre como un QUESO gruyere, esparciéndose la viscosa sangre VERDE por el tartán.
    El público, una vez sobrepuesto del susto, empezó a jalear al árbitro ejecutor a sabiendas de que aquella monstruosa gesta desencadenaría una guerra galáctica, pero así, al menos, la medalla de oro se quedaría en casa.
    Cuando por fin se disputó la prueba, un maldito esguince provocó que el corredor patrio no la terminase. Menos mal que ya le habían arrebatado la pistola al juez…

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